Los responsables de la Federación de Asociaciones de Orihuela Costa (F.A.O.C.) han enviado un documento al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, así como a los grupos municipales de la Corporación en el que les comunican que el tejido asociativo de Campoamor, representando el hartazgo de los vecinos que sufren cada verano las consecuencias de los botellones expontáneos y macrobotellones organizados, ha elaborado un borrador de Ordenanza Municipal reguladora de la práctica del denominado “botellón” en la vía pública de Orihuela Costa.
La FAOC suscribe plenamente esta necesidad de redactar una norma que garantice el derecho al descanso, así como la seguridad y tranquilidad de los vecinos, evitando la realización, en espacios públicos, de aquellos actos que, por su masividad o características, alteran la convivencia social.
Tal como aseguran desde el colectivo vecinal, “tenemosos el convencimiento de que los componentes de los distintos grupos municipales de la Corporación de Orihuela prestarán a este grave problema la atención que merece, para satisfacer las necesidades de una mayoría de ciudadanos, que demandan una intervención municipal en este capítulo, en línea con lo sucedido en la mayoría de los municipios españoles”.
También explican que con el fin de que se concluya la redacción definitiva de esta Ordenanza Municipal con suficiente antelación al comienzo de la temporada estival, y habida cuenta de su reducido y sencillo contenido, “apoyamos su tramitación y aprobación urgentes, a ser posible en el pleno municipal del próximo día 28 de Abril”.
En agosto del pasado año, los vecinos de la urbanización Campoamor de Orihuela Costa, calificaron la fiesta celebrada por una discoteca en un espacio público como “un infierno”, por el excesivo volúmen de la música y de varios miles de jóvenes que se dieron cita en el recinto habilitado para lo que, según los vecinos, fue un “macrobotellón”, aunque aseguraron tambien que la mayor parte de ellos ocuparon zonas no habilitadas en el exterior de ese recinto y que la zona quedó en un estado “asqueroso”.
Los vecinos se preguntan si realmente merece la pena que el Ayuntamiento autorice este tipo de actividades para “molestar y cabrear” de este modo a los residentes de la zona. Unos días antes de la fiesta, los vecinos Campoamor enviaron un escrito al Ayuntamiento solicitando que no contribuyera a la celebración de estos festivales privados, después de que en la misma zona se celebrasen dos eventos de este tipo en menos de quince días.
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