Los vecinos de la urbanización Campoamor de Orihuela Costa han seguido denunciando este fin de semana la práctica de “botellón”. En un comunicado, aseguran que durante la noche del pasado sábado, “detrás del Puente de la Glea y, a pesar de estar instalado allí un circo, cientos de personas volvieron a utilizar esa zona como botellódromo”.
Según el relato de algunos vecinos, “algunos llegaban en sus coches, los aparcaban allí mismo, abrían sus maleteros y comenzaban a sacar botellas de alcohol, refrescos, hielos, etc., todo ante la mirada de tan sólo una única pareja de Policía Local”.
Los vecinos, continúan relatando que “el número de vehículos fue multiplicándose y, además de eso, por las calles adyacentes desfilaban tranquilamente jóvenes y menores de edad, para unirse a la fiesta, con bolsas de plástico en sus manos cargadas de refrescos, botellas de alcohol, cervezas e incluso cartones de vino”.
Mantienen que el espectáculo fue “lamentable” y, ante la actitud del Ayuntamiento que califican de permisiva, “queremos manifestar las Comunidades de Propietarios y Asociaciones afectadas por los botellones, una reprobación al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, como máximo responsable de Seguridad Ciudadana”.
Estos vecinos se preguntan hasta cuándo va a consentir el Ayuntamiento que siga sucediendo esto y por qué si se ha erradicado de un sitio, se hace la vista gorda en otro. Inciden especialmente y demandan al alcalde si, como profesional de la sanidad, “¿No le resulta intolerable que se esté permitiendo beber alcohol a menores y además en la vía pública?”.
El testimonio de un vecino del Pinar de Campoamor recoge que “a las 4 de la madrugada bajaron varios vecinos que se sorprendieron tras ver una patrulla de la policía local en las inmediaciones de la explanada de la rambla, en la que los jóvenes y muy jóvenes en su mayoría, bebían sin ninguna intervención de los agentes. Los trabajadores del circo tuvieron que salir porque los muchachos, ebrios, estaban tirando piedras a los tigres y los leones e incluso detonaron petardos. Entre tanto y en el fragor de la confusión, cuatro o cinco chicos que parecían menores, entraron en el recinto de la urbanización con la intención de sustraer algunas bicicletas, pero fueron sorprendidos por vecinos y huyeron corriendo. Los vecinos que los sorprendieron dieron cuenta a la patrulla que indicó que pasarían a echar un vistazo, sin embargo nunca lo hicieron.
Otro de los testimonios aportados en el comunicado vecinal asegura que “hasta los empleados del circo llamaron a la Policía Municipal para quejarse y la pareja que había allí dijo que estaban solo para que no pusieran la música alta. El año pasado la policía echaba a los coches según llegaban y se iba controlando. Este año favorecen el alcoholismo entre la juventud”.
La F.A.O.C. pide al Ayuntamiento que no autorice más fiestas molestas para los vecinos
La junta directiva de la Federación de Asociaciones Vecinales de Orihuela Costa (F.A.O.C.) abordó en su última reunión las dos macrofiestas celebradas en solo 15 días en Campoamor y tomó el acuerdo de hacer suyas también las reivindicaciones llevadas a cabo por los colectivos vecinales de esta urbanización, “con el objetivo de prohibir estas celebraciones en lugares urbanos, donde ocasionan tantas molestias al vecindario y costes innecesarios de limpieza y reparación del mobiliario público, deteriorado como consecuencia de las mismas”, según reflejan en un comunicado.
Los responsables del colectivo han anunciado que la F.A.O.C. solicitará a los responsables municipales “que no den autorización para celebrar estas fiestas en zonas residenciales como Campoamor, con una alta ocupación en verano; y que, en el caso de que tengan que celebrarse, lo hagan en lugares adecuados, donde no causen perjuicios a los ciudadanos”.
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