Cuatro de cada cinco de las casi 22.000 empresas de la Vega Baja han quedado afectadas por los estragos del episodio de la gota fría, según datos de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), desde donde también se destaca que prácticamente la totalidad de los polígonos industriales y el 80 por ciento de las 21.900 empresas censadas en la Vega Baja (más de 8.600 en Orihuela) han sufrido daños de algún tipo por la llamada DANA.
Solo en este sector, se estima que los daños directos superan los 100 millones de euros, a lo que habrá que sumar los perjuicios indirectos para otras empresas que, sin haber sufrido daños, sí van a recibir las consecuencias indirectas por la caída de la economía local en casi la veintena de municipios afectados en la Vega Baja.
Desde la Generalitat Valenciana han puesto en marcha una serie de actuaciones para buscar precisamente la reactivación económica. Para ello, el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) ha puesto en marcha una línea de crédito a interés cero para que las empresas afectadas por el temporal que tuvo lugar hace ya un mes, puedan financiar hasta el 80% la inversión necesaria para reanudar su actividad. Esta línea, para la que ya se han recibido ya algo más de un centenar de solicitudes para recibir los primeros préstamos, se ha creado en colaboración con Afín SGR, la entidad que ofrecerá avales cuyo coste se incluye en la propia financiación.
El director del IVF, Manuel Illueca, explica que la convocatoria, destinada a pymes, autónomos y microempresas tiene como objetivo «la renovación de las instalaciones, maquinaria y equipos, la reposición del capital circulante, el crecimiento de la capacidad productiva, la diversificación de la producción, o un cambio esencial del proceso productivo de la empresa, que suponga una mayor eficiencia energética en la provisión de bienes y servicios».
El valor nominal del préstamo se situará entre los 25.000 y los 5.000.000 de euros y el plazo de amortización de la financiación bonificada contemplará un mínimo de cinco años y un máximo de diez, con posibilidad de un periodo de carencia de amortización de capital de hasta dos años, incluido en ese plazo, como detalla Illueca.
Por otro lado, el IVF abre una línea de refinanciación en la que no habrá desembolso a la empresa, «pero sí iremos cubriendo nosotros los vencimientos de pago que tengan. Ellos lo notarán porque no tendrán que atender esos pagos que pueden ser problemáticos para el funcionamiento de la empresa. Creemos que es importante porque de esos vencimientos pueden depender las nóminas de los trabajadores y eso es lo que activa la economía local», afirma Illueca.
Pero la iniciativa va más allá porque las ayudas pueden llegar hasta empresas no afectadas directamente pero cuya actividad comercial se vea mermada como consecuencia de esta situación. La apuesta del Consell está clara para el director del IVF: «Entendemos que es el momento de apostar por la Vega Baja para que se activen y se hagan realidad esos proyectos que se tenían en mente antes de producirse las consecuencias de la gota fría.
Asignados ya 1’5 millones
Manuel Illueca anuncia que el centenar de solicitudes que se están tramitando supone algo más de 1’5 millones de euros. «Ahora se deben valorar los riesgos pero, en cuanto el aval esté disponible, el dinero se pondrá inmediatamente a disposición del cliente».
Los daños deberán ser acreditados con la declaración del seguro. En caso de no tenerlo contratado, habrá otra línea de ayudas con otras condiciones para solicitarlas.
Toda la información está siendo canalizada a través de las Agencias de Desarrollo Local (ADL) de cada ayuntamiento, en la web del Instituto Valenciano de Finanzas y en la web de Afín SGR.
El Ayuntamiento de Rafal ha sido el primer punto de la comarca donde se han dado a conocer estas líneas de financiación, aunque el responsable del IVF afirma estar dispuesto a acudir «a cualquier punto para que sean conocidas».
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