El Orihuela vuelve a sonreír en Liga. El domingo logró en Alicante, frente al Hércules, su primera victoria de la temporada por un claro 1-3, resultado que le permite iniciar el camino a seguir a partir de ahora para mejorar sus números en la recién estrenada Segunda B.
Pero los festejos de ese importante triunfo duran poco, porque el club ya se encuentra ocupado y preocupado por el futuro más próximo: el próximo partido como local ante el Sabadell, sin saber si se podrá disputar en Los Arcos. El Ayuntamiento cerró las instalaciones al detectarse problemas estructurales tras las inundaciones y la Federación no ha permitido que se cambie el orden, obligando a los oriolanos a disputar el choque como local, pese a no tener estadio.
Ante la urgencia de dar una solución, el concejal de Deportes, Víctor Bernabeu, se reúne estos días con los técnicos para evaluar el informe sobre el estado de la grada y del césped, y valorar cuál va a ser la hoja de ruta del campo. Una vez conocido todos los datos, se reunirá con la directiva del Orihuela para explicar todas las opciones que estén en manos del Ayuntamiento para tratar de que el club pueda jugar en su estadio ante el Sabadell el domingo.
«La situación del Orihuela me preocupa y me ocupa en estos momentos tan complicados», asegura el edil de Deportes.
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