En estos momentos se instala el andamio que asegurará que la bóveda de la sacristía no termine de venirse abajo y, una vez colocado, se efectuarán obras de emergencia para reponer de forma provisional la parte de la cubierta que se derrumbó y evitar así que se cuele la lluvia y el viento.
Una vez concluida esta primera fase, que acomete de urgencia el Obispado con el visto bueno de la Conselleria de Cultura, se procederá a analizar los trabajos técnicos necesarios para restaurar la zona afectada. De este modo, se trata de poner remedio a los numerosos daños materiales registrados después de que el techo de la sacristía de la iglesia de las Santas Justa y Rufina se viniera abajo hace una semana.
El templo está declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional. Tras el incidente, el alcalde, Emilio Bascuñana, reclamó a «la Conselleria de Cultura que actúe con la máxima prioridad sobre este BIC para evitar daños mayores», a la vez que ha exigido «a la Administración autonómica y nacional que no abandonen el patrimonio de Orihuela y asignen los fondos necesarios para mantenerlo y cuidarlo». Por su parte, Cambiemos ha lamentado que las reacciones del alcalde y del Obispado tras el suceso haya sido pedir acciones al Gobierno Central y a la Generalitat, omitiendo la parte de responsabilidad que compete a los poderes locales.
Se derrumba parte del techo de la sacristía de la iglesia de las Santas Justa y Rufina
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