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«Necesitamos un gobierno de menos anuncios y más hechos»

Con sus 30 años, Carlos Bernabé Martínez cumple su cuarto año como concejal en el Ayuntamiento de Orihuela. Licenciado en Psicología, Máster en Mediación de Conflictos y con experiencia laboral en el campo de la educación social se confiese apasionado de la novela negra, el ensayo político y el ciclismo. Este 26 de mayo concurre a las elecciones municipales como cabeza de lista de una confluencia que incluye a Izquierda Unida e incluso a militantes de Los Verdes.

Pregunta. ¿Por qué una confluencia de partidos? ¿Qué esperan de estas elecciones?
Respuesta: No sólo de partidos. En esta candidatura confluye también mucha gente independiente que aspira a mejorar el municipio. Si queremos ayudar a cambiar Orihuela había que poner un proyecto municipalista por encima de las siglas, aglutinar fuerzas distintas que, sin embargo, comparten objetivos comunes. Y eso hemos hecho. Nuestro objetivo es muy claro: construir un gobierno progresista y transformador.

P. ¿Qué ofrecen al municipio?
R.: Avanzar por dos grandes carriles. Uno que ayude a desatascar cuestiones genuinamente oriolanas, como la recuperación del patrimonio, el cambio de modelo urbanístico. la vertebración de centro, costa y pedanías, aumentar la eficacia del Ayuntamiento, incrementar la inversión en limpieza y gestión de residuos o proteger huerta y comercio local, entre otros. Otro carril para avanzar localmente en desafíos globales, como igualdad de género, lucha contra la precariedad, derecho a la vivienda, protección de la diversidad sexual o frenar los efectos del cambio climático. Y fundamental, proteger la autonomía local. Nuestro Ayuntamiento debe reivindicar trenes de cercanías dignos o mayor protección del Río Segura, gobierne quien gobierne en Madrid o Valencia, así como defender que los problemas políticos de Orihuela se resuelvan con acento político oriolano, sin que nos marquen la agenda.

P. ¿Qué proyectos para la ciudad, en su casco histórico y en su comercio consideran prioritarios?
R.: Recuperar, reactivar y rehabilitar. Necesitamos una recuperación del patrimonio que no sea sólo técnica, sino también social. Debe repercutir en el bienestar de vecinas, vecinos y comercio que lo rodea. Eso pasa, como mínimo, por aumentar la inversión pública, agilizar el Ayuntamiento y contar con la participación de tejido asociativo y personas expertas en la materia. Tenemos preparada una batería de medidas para facilitar el alquiler y rehabilitación de vivienda. Esto tendría un triple beneficio: facilitar el derecho a un hogar, aumentar el consumo y dinamismo de zonas deprimidas e incrementar los ingresos públicos que, a su vez, servirían para mejorar servicios. Hacer que Orihuela pase de la parálisis a un círculo virtuoso de reactivación.

P. ¿Y para las pedanías?
R.: No podemos hablar de las pedanías como si fueran todas iguales. Cada una de ellas tiene problemas particulares. Sin embargo, hay algunas cuestiones comunes a muchas de ellas. Muchas necesitan suelo para un desarrollo sostenible y contenido. No es lógico seguir construyendo a lo loco en la costa mientras el centro histórico se deteriora y en el resto de la ciudad y las pedanías la gente joven no encuentra donde vivir o formar una familia cerca de sus mayores. También necesitamos una red de transporte municipal potente, pública y ecológica. Urge, además, aumentar la autonomía de las pedanías para que estas decidan sobre los asuntos que les afectan.

P. ¿Solucionar las carencias de la costa lo dejaría en manos de CLARO?
R.: Hay que reconocer la singularidad de la costa y el papel fundamental de CLARO para representar a una parte importante de la misma. Pero Cambiemos Orihuela no se desentenderá de la costa ni de sus terribles carencias, igual que CLARO no ignorará al centro y las pedanías. Cohesionar Orihuela es hacer que las necesidades particulares de centro, costa y pedanías se conviertan en una oportunidad para todo el municipio. Y eso pasa por tener una visión descentralizada y cooperativa.

P. ¿Cómo califica la gestión del equipo de gobierno saliente formado por PP y Ciudadanos?
R. Como una rueda de ratón. Muchos anuncios y eventos para que pareciera que Orihuela corría mucho y avanzaba pero, en realidad, estamos estancados en el mismo sitio, incluso retrocediendo. Necesitamos un gobierno que se base menos en grandes anuncios abstractos y más en pasos concretos.

P. Dos aspectos que ustedes abanderan son el medio ambiente y el bienestar social. ¿Qué harían en esos temas?
R.: ¡Uf! Se queda corta la entrevista para desarrollar todo lo que hemos propuesto. Cuento alguna pero, en todo caso, quiero ser honesto; un Ayuntamiento no puede, por sí solo, salvar el planeta ni acabar con el paro o la pobreza. Quien diga lo contrario, miente. Eso sí, hay margen de maniobra, más pequeño de lo que nos gustaría, pero más grande de lo que parece. Necesitamos una Concejalía de Transición Ecológica Local, con capacidad de liderazgo en cuestiones como arbolado, patrimonio natural, gestión de residuos, recursos hídricos, energía o movilidad sostenible. También existen mecanismos como las cláusulas sociales y ambientales en la contratación pública, las empresas municipales, la remunicipalización de servicios o el fomento del cooperativismo, para crear más y mejor empleo vinculado a los cuidados y la protección del territorio. Nada de eso funcionará si no cambiamos el actual modelo urbanístico, que genera un empleo precario, inestable y está destrozando el territorio. Resurgimiento económico y protección del territorio deben ir de la mano.

P. ¿Pactarían con otras formaciones de izquierda para gobernar?
R.: Los tiempos de mayorías absolutas se han acabado. Si queremos mejorar Orihuela hay que estar en disposición de cooperar con fuerzas políticas que compartan valores y objetivos similares.

P. ¿Cómo consiguieron sumar al exalcalde Monserrate Guillén?
R.: No hay mucho misterio. Estos años siempre ha estado ahí cuando hemos querido intercambiar impresiones. Cuando le sugerimos cerrar la lista, a modo simbólico, para dar continuidad a lo que él representó, aceptó en seguida. Para mí es un honor. Además, nos vacuna contra el adanismo. Tenemos que aprender de lo mejor de quienes nos han precedido.

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