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Los manteros desatan las quejas de vecinos y comerciantes contra la venta ilegal en la costa

El inicio de la temporada de verano en las zonas turísticas del litoral implica la llegada de vendedores ambulantes que nos ofrecen una variedad de artículos como prendas de vestir y calzado, equipaciones deportivas, complementos como relojes, gafas de sol, cinturones, bolsos, sombreros y otros. Lo que puede parecer una actividad comercial más no lo es por cuanto se trata de vendedores que no tributan y que ofrecen productos falsificados.
La llamada ‘milla de oro’ de la costa de Orihuela, la zona de Aguamarina en Cabo Roig, es un ejemplo de asentamiento y masificación de los llamados y conocidos como ‘manteros’, que han encontrado el mejor punto de venta dada la gran concentración de establecimientos, principalmente restaurantes, bares y pubs, lo que atrae a numerosos visitantes a diario.

Se trata de una situación que ha venido agravándose en los últimos años y contra la que las autoridades locales no han puesto todo el empeño debido o no han sabido atajar lo que ahora se ha convertido en un grave problema, porque de la venta de productos falsificados se ha pasado a la venta de sustancias estupefacientes.

Así lo vienen denunciando este verano casi doscientos comerciantes de esa zona, agrupados en dos colectivos, la Asociación de Empendedores Hosteleros ‘Cabo Roig Strip’, que preside Brian Kiernan, y la Asociación de Empresarios ‘OC Avanza,’ liderada por Ray Kearney. Afirman estar «hartos de que no se haga lo suficiente para erradicar a casi un centenar que venden de forma ilegal, productos falsificados y con total impunidad». En su mayoría son propietarios de establecimientos de restauración y de ocio, pero también hay agencias de viajes, inmobiliarias y todo tipo de comercios que obtienen durante estos meses estivales la mayor parte de sus beneficios anuales.

La presencia de manteros ha generado un rechazo prácticamente generalizado en la zona debido a que su actividad ha derivado en la venta de droga, como denuncian estos comerciantes que aseguran verlo cada día «y de una forma abierta sin apenas ocultarlo». Como explica otro comerciante, «incluso se acercan a parejas de turistas que simplemente han salido a cenar con sus hijos. Esas personas no volverán a Cabo Roig si el acoso continúa».

Problema número uno
El asunto ha trascendido a la opinión pública y se ha convertido en uno de los principales problemas a los que se enfrenta el nuevo equipo de Gobierno. Aunque es competencia de Seguridad Ciudadana, delegación que ostenta el propio alcalde, Emilio Bascuñana, están implicadas concejalías como Comercio, en manos de Víctor Bernabéu e incluso Playas, que dirige el edil Dámaso Aparicio.

Los comerciantes denuncian la «terrible competencia» que supone el que estos vendedores ocupen la vía pública «sin pagar ni un solo euro, mientras que nosotros pagamos nuestras tasas e impuestos y mantenemos a nuestros empleados». Se preguntan por qué a ellos se les exige tanto y a los manteros «les dejan vender así».

El tema ha ‘explotado’ en la zona de Cabo Roig, pero también se da en lugares tan concurridos como las inmediaciones del centro comercial Zenia Boulevard, donde ya se está viendo este tipo de venta ilegal en las inmediaciones. Otro punto caliente es el espacio comercial Flamenca Beach en Playa Flamenca, pero lo cierto es que podemos encontrar a estos vendedores en cualquier playa, incluso en la arena, donde los vemos pasar de forma continua y durante todo el día.

«La presión policial en Torrevieja hace que se desplacen hasta Orihuela Costa»

El incremento de la presión policial contra los vendedores ambulantes en Torrevieja puede estar detrás de la llegada de manteros a Orihuela Costa por la cercanía. Así lo mantienen las asociaciones de comerciantes que lo denuncian, representadas por el abogado Pedro Mancebo.
Y es que el municipio costero vecino parece mantener una actitud más dura contra la venta ilegal, lo que ha protagonizado enfrentamientos entre estos vendedores y Guardia Civil y Policía Local, como los ocurridos en septiembre de 2012 y en julio de 2013, cuando una operación contra la venta ilegal en el paseo marítimo acabó con cuatro inmigrantes detenidos y dos agentes heridos después de una gran trifulca en la que se lanzaron sillas contra las fuerzas del orden público.

Los comerciantes oriolanos dicen que vienen de Torrevieja a Orihuela Costa «por la permisividad que aquí encuentran». En este sentido, reiteran su petición de más medios y la implicación de la Guardia Civil, «porque son grupos criminales organizados para alertar de la presencia policial y con rutas de huida preparadas». Mantienen que, si se toman medidas preventivas para cortar la salida de manteros desde Torrevieja y se producen arrestos y decomisos en Orihuela, «puede que se lo piensen antes de venir con sus tenderetes delante de nuestros negocios».

«Es complicado de resolver»
El nuevo concejal de Playas, Dámaso Aparicio, ha atendido la llamada de Activa y ha mostrado su interés por aunar esfuerzos entre las concejalías implicadas para buscar una solución al problema. Lo primero que recuerda es que la venta ambulante a pie de playa «está totalmente prohibida». Para el edil, se trata de un problema «complicado de resolver de forma rápida» y apuesta por la prevención en los lugares de origen de estos vendedores y por una mayor presencia policial contra la venta ilegal que los disuada.  Aun así, asegura que desde el equipo de Gobierno se va «a valorar todas las posibilidades para que el comercio y los ciudadanos se vean lo menos afectados posible por este tipo de venta ilegal, porque nuestra costa y nuestras playas no merecen ofrecer esta imagen ante los visitantes».

Rechazo de la FAOC
Desde la Federación de Asociaciones de Orihuela Costa, que también representa a vecinos de Cabo Roig, han manifestado su preocupación y malestar por la situación.
Su presidente, Tomás Moreno, ha demandado «reiteradamente» a las autoridades locales «que aplique la ley y erradique esta práctica, poniendo vigilancia permanente en las zonas de venta». Moreno muestra la «indignación vecinal» por la venta de droga y, como asegura, «la falta de efectivos policiales es la única respuesta que hemos recibido, hasta ahora, del Ayuntamiento».

Caída en los alquileres
La excesiva presencia de vendedores ambulantes ilegales podría estar afectando ya al sector turístico, desde donde alertan de que el alquiler de apartamentos turísticos en Aguamarina ha caído este verano un 30%, mientras que propietarios de restaurantes afirman haber notado entre un 20% y un 25% menos de reservas con respecto al mismo periodo del pasado año.

«La gente no quiere tener cerca de su mesa, cuando está cenando, a estos vendedores o que les ofrezcan sus productos de forma insistente cuando salen a pasear». Los testimonios de los afectados son de todo tipo, hasta para exigir una mayor presencia policial, no solo en la zona de Cabo Roig, sino en todo el litoral oriolano. «Debemos luchar con el Ayuntamiento y la Policía para recuperar el área de Cabo Roig», afirman estos comerciantes, que ya anuncian su presencia en el próximo pleno ordinario para exponer el problema ante los responsables municipales.

‘No seas cómplice’
El Ayuntamiento de Orihuela ha mantenido activa durante los últimos cuatro veranos la campaña ‘No seas cómplice’, con la finalidad de advertir de los riesgos que supone la compra de productos no homologados (top manta), el consumo de frutas y bebidas sin control sanitario, o el perjuicio que puede ocasionar para la salud los masajes realizados por personal no profesional.

A través de trípticos en castellano, inglés y alemán, se pretende concienciar a vecinos, turistas y bañistas, sobre los peligros de estas prácticas que aumentan en la época estival y que no están reguladas. Más de 3.000 folletos se distribuyen en espacios públicos, comercios, chiringuitos y en el Ayuntamiento.

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