Casi mes y medio después de la devastadora gota fría y las inundaciones que sufrió Orihuela, los servicios municipales continúan con los trabajos de limpieza y retirada de enseres inservibles. En las pedanías afectadas hay familias que siguen desechando mobiliario, aparatos y objetos de todo tipo que acumulan a la puerta de su vivienda para que sean recogidos.
La Concejalía de Limpieza Viaria y Residuos Sólidos Urbanos (RSU) mantiene operativa la campa en el polígono industrial ‘Puente Alto’ para depositar todos los enseres que se están retirando y que se acumulan allí antes de ser llevados a la planta de tratamiento de Cañada Hermosa, en Murcia. Los camiones siguen descargando y el concejal del área, Dámaso Aparicio, calcula que seguirán así hasta los primeros días del mes de noviembre, cuando espera que el servicio de recogida se normalice y quede limpia esta zona improvisada como planta de transferencia.
El edil asegura que serán cerca de 9.000 las toneladas de enseres inservibles recogidas como consecuencia de las inundaciones. El ayuntamiento oriolano pagará 50 euros por tonelada para que estos residuos sean tratados en la planta murciana, lo que elevará la cantidad total, solo por estos residuos, a casi 500.000 euros.
Por otro lado y como señala Aparicio, «la cantidad de basura que se recoge de los contenedores se ha incrementado considerablemente en la segunda quincena de septiembre desde las inundaciones, lo que supone un mayor coste para la concejalía».
A todo este gasto para el tratamiento de los residuos hay que sumar los más de 250.000 euros que supondrá la reparación y reposición del material dañado. Y es que casi la mitad de los camiones y la maquinaria de limpieza y recogida de basuras que emplea la Concejalía de Limpieza y RSU sufrió daños como consecuencia de la inundación de la campa en el polígono industrial, donde estaban aparcados la mayor parte de los vehículos, entre camiones y máquinas barredoras. Nueve de estos vehículos se han visto seriamente averiados y permanecen en talleres a la espera de ser reparados Tan solo se escaparon del desastre los vehículos que se encontraban en la campa de Orihuela Costa.
Visto este panorama, el concejal asegura que el servicio, «lo hemos sacado adelante de la mejor forma posible con los medios que hemos tenido, porque si ya era difícil con la maquinaria anticuada que teníamos, este desastre ha originado una situación muy complicada». Aparicio agradece la cesión de vehículos por parte de ayuntamientos como Torrevieja, Elche, Alicante y Murcia.
Camiones nuevos este mes
La incorporación de cinco nuevos camiones para la recogida de residuos supondrá un alivio importante para este servicio. El personal de la concejalía tramita en estos momentos la matriculación del primero, mientras que se espera la llegada de dos vehículos más antes de quince días, un cuarto a lo largo de noviembre y el quinto se alargará hasta el próximo verano puesto que ahora es cuando se está preparando su licitación. Los cuatro camiones ya adquiridos costarán 900.000 euros
Otra importante inversión precipitada para paliar los daños ha sido la adquisición de 400 contenedores con el fin de reponer los más de 250 perdidos. Su coste rondará los 200.000 euros, según el edil, quien también destaca como gastos extraordinarios la contratación de trabajadores durante un mes y las horas extra de trabajo abonadas a los empleados del servicio durante los primeros días tras la inundación.
Aparicio cifra en millón y medio de euros el gasto para reponer la normalidad tras los efectos de la DANA y cree que la situación se normalizará a final de este año, «porque habría que ser muy optimista para poder hacerlo antes». Como concejal de Limpieza Viaria afirma haberse enfrentado a «la situación más difícil que he vivido».
Aparicio advierte del peligro que supone la retirada de chatarra sin control del polígono
Los miles de kilos de enseres de todo tipo, mobiliario, electrodomésticos y chatarra que se acumulan en la campa de la Concejalía de Limpieza Urbana y RSU, ubicada en el polígono industrial ‘Puente Alto’ de Orihuela, utilizada como si de una planta de transferencia se tratara, desaparecerán en unos pocos días. Así lo ha asegurado el concejal del área, Dámaso Aparicio, consciente del peligro que supone esta montaña formada por todo aquello que los servicios municipales están recogiendo todavía, especialmente en algunas pedanías.
El depósito de este material es constante a lo largo de la jornada laboral con decenas de vehículos de la concejalía, mientras que unos 40 camiones ‘bañera’ contratados por el Ayuntamiento cargan y retiran esos enseres para su traslado a la planta de reciclaje de Cañada Hermosa en la Región de Murcia, a razón de unas 300 toneladas al día de enseres que el agua ha dejado inservibles.
Pese a que el edil mantiene que esa zona está vallada y cuenta con vigilancia policial de forma disuasoria para evitar la presencia de personas que buscan chatarra para venderla y poder ganar unos pocos euros, la estampa es bien distinta a ciertas horas del día, cuando se aprovecha la inactividad en la zona para buscar todo aquello que puede tener cierto valor.
Acuden en bicicleta, en coche e incluso en furgones y camionetas. Los hay incluso tan valientes que se atreven a escalar por esa montaña de enseres, obviando la posibilidad de un derrumbe que pudiera acarrearles fatales consecuencias. La responsabilidad sería del ayuntamiento y el edil es consciente de ello.
Aparicio asegura poner «especial interés» en que no se repita esta imagen y espera que la recogida y el depósito de enseres disminuya para que la retirada haga desaparecer la montaña de residuos. El concejal de Limpieza Viaria se marca un plazo de dos semanas y aclara que no salen más camiones cargados «porque en la planta de transferencia no se nos autoriza a llevar más».
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