Por Antonio Zaragoza
El prestigioso pintor Manuel Ruiz –Funes presenta hasta el 8 de enero una serie de pinturas que, bajo el nombre de ‘Un Tranvía Llamado Deseo’, expone en el céntrico bar-restaurante El Tranvía, de Orihuela. Aunque no tiene nada que ver con la película del mismo nombre, esta colaboración surgió del deseo de acercar el mundo de la pintura a ámbitos diferentes de aquellos en los que se difunde habitualmente.
Desde esta parada, anfitrión y autor ofrecen un viaje al mundo del bodegón español y al desnudo fotográfico en blanco y negro. Las doce obras expuestas son de pequeño formato, realizadas todas ellas en blanco y negro, la parte que toca a la fotografía, y en tonos amarillos y ocres, lo que acontece a la pintura. Son variaciones de un mismo tema, ya que todas ellas muestran una fotografía colocada en un espacio encuadrado a modo de bodegón, acompañadas de una copa de cristal. La mezcla del conjunto es muy pictórico, es el deseo de homenajear esa efectividad estética que alcanza Ramón Gaya en sus bodegones.
Aparentemente tan sencillos, estos cuadros también esconden una técnica muy artesanal y compleja. Son pintura al óleo sobre papel, y este, enyesado y colocado sobre tabla, una técnica que permite apreciar unos blancos y negros del mundo fotográfico muy contundente y, al mismo tiempo, una ligereza espacial gracias a esos tonos luminosos del amarillo al ocre. Son pinturas tan delicadas como coloristas.
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