Considerado el segundo más grande de Europa, contará con un centro de interpretación y recepción para visitantes, nueva señalética y mobiliario y un circuito interior cicloturístico
Es un paraje único. Junto al de Elche conforman los palmerales más importantes de la Comunidad Valenciana y España. Pero, además, es el segundo más grande de Europa. Su recuperación, tras décadas de reducida inversión, es ahora la enseña que abandera el actual Ayuntamiento y, en concreto, la Concejalía de Medio Ambiente. Para sorpresa de los escépticos, tras años de demandas vecinales, las obras ya están en marcha. Así las cosas, si no se produce ninguna sorpresa sobrevenida por la crisis sanitaria que obligue a un indeseado parón en los trabajos, en el plazo de dos meses, los oriolanos podrán disfrutar de un enclave emblemático, transformado en un atractivo turístico más para la capital de la Vega Baja, que se sumará así al extenso patrimonio artístico y cultural. Por delante, quedará por ver si las autoridades competentes son capaces de rentabilizar la inversión. De lo que no cae duda es de que recuperar un paisaje tan emblemático y característico de la ‘Uryula’ musulmana puede resultar fundamental para mejorar la oferta turística de la ciudad y atraer así a más visitantes, máxime cuando el horizonte económico que se perfila no resulta demasiado halagüeño.
En lo que atañe a los detalles del proyecto, tanto el alcalde, Emilio Bascuñana, y el edil de Medio Ambiente, Dámaso Aparicio, han dado cuenta de ellos en una convocatoria de prensa en la que ya se pudo comprobar los primeros avances.
Tanto Bascuñana como Aparicio visitaron el interior de la conocida Casa de los Verdú, adquirida a principios de año por el Ayuntamiento, que se convertirá en el Centro de Interpretación del Palmeral.
Se va a proceder también a efectuar actuaciones de adecuación en el acueducto de la Escorrata y se llevarán a cabo distintas obras en las infraestructuras del Palmeral. En este sentido, se prevé colocar nuevo acerado desde la parte norte de la cara de San Antón hasta el barrio de las Puntas. En total, se acondicionarán unos 17.000 metros cuadrados de caminos interiores en el entorno de Palmeral. El proyecto incluye también nueva señalética, mobiliario, así como un circuito interior ciclo turístico, además de la recuperación del riego tradicional y la restauración de elementos paisajísticos ambientales, como son los muros de mampostería y el vallado de caña tradicional.
«Es un importante paso para su puesta en valor que la Concejalía de Medio Ambiente comenzó en la legislatura anterior, y que esperamos que pronto sea una realidad», ha remarcado Dámaso Aparicio. Por su parte, Ginés Méndez, director general de la empresa adjudicataria del proyecto, Lorquimur SL, ha destacado el «cambio radical» que va a experimentar la zona:
«Va a ser muy impactante visualmente porque albergará nuevos espacios en un entorno rehabilitado y reacondicionado, lo que va a suponer una nueva imagen para el Palmeral», ha avanzado.
Por último, el alcalde oriolano ha afirmado confiar en que, «en dos meses, se pueda tener renovado el Palmeral». «Hace poco presentamos el Plan Director del Palmeral y el Plan Director del Castillo, por lo que queda claro la voluntad y determinación de este equipo de gobierno por recuperar estos espacios tan importantes para Orihuela», ha destacado.
Una vez concluido este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 674.775 euros (IVA incluido), y está cofinanciado por el P.O. FEDER de la Comunidad Valenciana (2014-2020), el Ayuntamiento tiene previsto sacar a licitación el Plan de Gestión y Conservación Integral del Palmeral, que se recoge a su vez en el Plan Director.
De casa del conserje a museo
El proyecto de recuperación del Palmeral incluye la restauración de dos elementos patrimoniales característicos de este enclave: uno de ellos es la Escorrata y el otro la conocida como Casa de los Verdú, en la actualidad de propiedad municipal. Centrándonos en este último inmueble, cabe destacar que se convertirá en Centro de Interpretación y de recepción de visitantes, a modo de «herramienta visitable de divulgación e información sobre este BIC natural», según ha detallado el edil Dámaso Aparicio. Un elemento, sin duda, fundamental con vistas a incluir este paraje en el conjunto de la oferta turística que atesora Orihuela en sus diferentes vertientes: ya sea la monumental, la cultural y la medioambiental.
«Supondrá poner en valor el entorno en forma de museo que comprende 300 metros de construcción», ha subrayado Aparicio.
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