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El comercio denuncia que las medidas de ahorro energético “ahuyentarán a los clientes y pueden aumentar la inseguridad en las calles”  

Imagen de comercios oriolanos.

Facpyme critica que las medidas llegan por sorpresa y que no se contemplen ayudas para evitar nuevas pérdidas en el pequeño comercio

“Los clientes van a huir de locales mal climatizados, las calles van a perder iluminación con los problemas de inseguridad que conlleva y además nos obligan a nuevos desembolsos para instalar cierres automáticos”

La Federación de Comercio y Pymes de la Provincia de Alicante (Facpyme) ha alertado de que “el apagón” del comercio que plantea el Gobierno “ahuyentará clientes, generará costes añadidos a negocios que ya están al límite y puede aumentar la inseguridad en las calles por la mala iluminación”.

El presidente de Facpyme, Carlos Baño, ha valorado así las medidas de ahorro energético impuestas por el Gobierno de España al sector del comercio. “Es la puntilla que nos dan. Después de las restricciones por la pandemia y las medidas para adaptar los establecimientos a los requisitos sanitarios, la crisis provocada por el incremento de los costes energéticos y de materias primas, la inflación, ahora nos imponen unas medidas que van a tener un impacto directo en las maltrechas cuentas de la gran mayoría de comercios, bares y restaurantes, y lo hacen de la noche a la mañana, por sorpresa y sin tiempo ni ayudas para adaptarnos”.

“En plena ola de calor, los clientes van a huir de locales mal climatizados, las calles van a perder iluminación y eso puede desembocar en problemas de inseguridad y además nos obligan a instalar puertas con cierre automático cuando esté puesto el aire acondicionado o la calefacción lo que nos aboca a nuevos desembolsos y costes añadidos”, ha añadido.

Carlos Baño se ha hecho eco de la indignación que existe en el sector. “Parece que nuestros gobernantes cada vez que tienen un problema cargan la respuesta sobre los hombros del comercio, en lugar de buscar alternativas. Es inaceptable. Somos junto a la hostelería el sector más castigado por las sucesivas crisis de estos dos últimos años y parecen empeñados en que no levantemos la cabeza cuando, además, nuestra actividad está generando importantes ingresos al Estado por el efecto de la inflación que podrían destinar a ayudas para el sector”.

“No se dan cuenta –ha continuado- de que estas medidas pueden ser la puntilla a un gran número de pequeños comercios y negocios de hostelería, cuando son estos los que dan vida a nuestras ciudades y pueblos, e iluminan nuestras calles. Recordemos durante la pandemia cómo las calles se volvieron lugares sin vida y sin alma”.

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