El centro ha obtenido también el distintivo de ‘Centro Inclusivo’, otorgado por el Instituto Docentepara la Excelencia y la Innovación (IDEI)
¿Es posible ser una escuela inclusiva, seguir trabajando en calidad y continuar avanzando hacia la excelencia y la innovación educativa en mitad de una crisis sanitaria? Es posible, al menos lo ha sido para el colegio Jesús María de San Agustín, centro educativo oriolano que ha visto reconocido su trabajo en plena pandemia.
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El centro oriolano ha apostado por la inclusión de todo el alumnado, por “estar atento y dar respuesta al ritmo de aprendizaje de sus alumnos/as, sobre todo de quienes presentan necesidades educativas especiales y por confiar en las posibilidades de crecimiento personal de cada uno/a”. Esta apuesta, que han llevado a la práctica día a día, les ha proporcionado un reconocimiento: el de la inclusividad.
Sus inicios en la Gestión de la Calidad fueron en el curso 2002-03, realizando un curso de formación para todo el profesorado y configurando un equipo de calidad con miembros del equipo directivo y del docente. Desde ese momento, ha estado trabajando buscando la mejora continua.
De este modo, fue dando pasos poco a poco. En el curso 2005/06, fue incluido en el Nivel II de la red de centros de la Comunidad Valenciana. En 2006/07 recibió el Sello de Bronce y el premio al mejor proyecto del Nivel II de la red de centros de la Comunidad Valenciana. En el curso 2010/11 fue incluido en el Nivel III de la Red de centros de la Comunidad Valenciana. Desde entonces, ha seguido trabajando hasta lograr la obtención del sello de calidad de +400 que finalmente ha llegado en este curso tan atípico.
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