Hacía años que el Mercado Medieval de Orihuela no atraía a tantos visitantes como lo ha hecho en esta edición. El motivo principal ha sido el buen tiempo. Las temperaturas primaverales que se han registrado durante este pasado fin de semana han animado a muchos a salir a la calle para visitar el zoco medieval más grande de España.
Otro de los motivos que han atraído tanto público ha sido el gran número de mercaderes que han acudido hasta el casco histórico oriolano para participar en esta vigesimosegunda edición, que también se ha distinguido por ofrecer un centenar de espectáculos repartidos por la zona árabe, la zona de ocio y la cristiana. Desde la Plaza del Carmen hasta Santo Domingo, más de mil metros lineales han acogido las paradas de los mercaderes que, durante tres días, han devuelto al Medievo la zona más histórica del casco urbano. Un entorno inigualable por el que han pasado decenas de miles de oriolanos y visitantes, llegados de otras localidades de la provincia, del litoral y de Murcia.
Un fabuloso viaje al pasado
«Parece que estamos en la Edad Media», decía uno de los visitantes del zoco oriolano mientras contemplaba al artesano que se afanaba en mostrar su oficio con la madera. Otros trabajaban el metal para exponer espadas y escudos, cascos y armaduras, mientras desfilaban junto a su parada juglares, bufones, malabaristas y equilibristas, acompañados de músicos con sus melodías y folclores medievales. Mercenarios y caballeros rivalizaban en un torneo que parecía seguir el compás de los golpes que marcaba de fondo un bombo.
No faltaron los puestos de venta, de alimentos, bebidas, plantas milagrosas, jabones, elixires y una variada artesanía digna de admirar. La exhibición de aves y la exposición de animales atrajeron la atención de los más pequeños, para quienes hubo otras actividades como talleres y cuentacuentos. Un fin de semana de fantasía que reunió y ‘enfrentó’ en Orihuela al bando cristiano y árabe en un continuo espectáculo.
Fotos: Alberto Aragón
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