El edificio que alberga la sede de la Fundación Cultural ‘Miguel Hernández’ desde 1994 , ubicado en el llamado entorno hernandiano y junto al Colegio Santo Domingo, viene sufriendo desde hace años diversos desperfectos y daños ocasionados por el paso del tiempo, pero también por la acción de ciertos desaprensivos que no dudan en tirar piedras para romper los cristales del inmueble.
Como encargado y responsable de su mantenimiento, es el Ayuntamiento el que debe hacerse cargo de unas reparaciones que, en ciertos momentos, han tardado meses en ser subsanadas.
El director de la Fundación, Aitor Larrabide ha asegurado que el edificio está en «penosas condiciones», y explica que «las cámaras de vigilancia están rotas, hay cristales y losetas rotas en la fachada y laterales, humedades en la planta baja y sótano, parqué bufado en la primera planta, bombillas fundidas en varias zonas, tulipas rotas y sin iluminación en el exterior, además de que el inmueble no cuenta con un sistema contraincendios.
A este panorama, hay que sumarle que la sede de la Fundación lleva meses sin conserje ni personal administrativo, que fueron retirados por el anterior equipo de gobierno, y que sigue reclamando el responsable de la Fundación, donde podemos encontrar más de 2.000 ejemplares y documentos, junto a material audiovisual y una exposición bibliográfica permanente con primeras ediciones de obras del poeta.
El Ayuntamiento aporta 6.000 euros anuales para gastos, entre los que se encuentran estos trabajos y el equipo de gobierno ya se ha puesto a disposición de Larrabide para hacerse cargo de las mejoras necesarias y que la actividad que allí se desarrolla se pueda realizar en mejores condiciones.
Los comentarios están cerrados.