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Dos jugadores juveniles acusan al Orihuela CF de «fastidiar» y «parar» su carrera deportiva

El club pide 3.000 euros a Ángel y a Álex por dejarles marchar al Kelme, para «recuperar lo invertido en ellos», según el presidente del club.

El caso de los juveniles Ángel Tovar y Álex Lizón se ha convertido en una bomba informativa en las redes sociales en los últimos días, pese a que desde el Orihuela Club de Fútbol tratan de darle normalidad al asunto.

El presidente Antonio Felices, asegura que ya ha habido casos anteriores de jugadores juveniles que se han querido marchar a clubes de superior categoría «y siempre han pagado y no ha pasado nada, porque nosotros hemos invertido un dinero en ellos durante el tiempo que han pertenecido a nuestro club, y cuando firman un contrato se especifica que tienen que pagar esa cantidad en caso de marcharse en concepto de recuperación de lo invertido en ellos».

Pero la opinión de los futbolistas es muy distinta, ya que creen que la actitud del club de exigirles 3.000 euros a cada uno para marcharse, sólo responde a una intención de «fastidiarnos y pararnos en nuestra carrera deportiva», tal como expresó a ‘Activa’ Ángel Tovar. En ese sentido, apunta que tanto él como su compañero Álex llevan entrenando con el Kelme desde el pasado 27 de julio después de llegar a un acuerdo con la entidad ilicitana. Sin embargo, el Orihuela «no nos deja marchar si no abonamos la cantidad de 3.000 euros pese a que le hemos comunicado nuestro interés por irnos. Es más, nos ha metido la ficha sin nuestro consentimiento y sin que hayamos firmado nada», si bien matiza que «puede hacerlo porque pertenecíamos al club». Pero el caso es que este fin de semana ha comenzado la competición en la Liga Nacional de Juveniles, en la que milita el Kelme, «y no podemos jugar porque el Orihuela no tramita nuestra salida».
El futbolista dice comprender que el club ha tenido una serie de gastos e inversión en ellos, por lo que entiende «que nos pida dinero para marcharnos, pero creo que algo razonable serían 300 ó 400 euros y 3.000 euros es una cantidad irrazonable en todos los sentidos”.

La situación actual es que ninguna de las dos partes cede.

El presidente del club recuerda que todos los equipos juveniles cobran una cuota mensual a sus jugadores y que el Orihuela nunca ha cobrado pese a que los tres equipos juveniles suponían un gasto de 50.000 euros anuales. Por ello, «si un jugador tiene firmada una ficha por un número determinado de años, sabe que si se quiere ir, tiene que pagar el dinero invertido en él, y así ha ocurrido con otros futbolistas y no ha pasado nada». Felices afirma de forma tajante que la decisión es definitiva: «Si se quieren ir tienen que pagar, y si no se quedan».
Ante ello, Ángel Tovar cree que hay muy pocas posibilidades de que se encuentre una solución, lo que le llega a pensar que «vamos a estar un año en blanco y sin poder jugar».

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