El Consejo Escolar del instituto oriolano alerta de que la situación se ha vuelto insostenible y tacha de “calvario” el día a día de alumnos y personal docente
“De todos es sabido que, desde hace 22 años, el IES Tháder necesita una ampliación y que, durante todo este tiempo, nuestro alumnado ha padecido la precariedad de las instalaciones, muy especialmente los barracones, la pérdida de la biblioteca y los laboratorios, la desaparición de los Departamentos y de las aulas de desdoble, así como también la escasez de aseos. Este curso nos encontramos todavía en una situación más angustiosa: sin gimnasio, sin apenas patio ni pistas deportivas y con una obra parcialmente paralizada por problemas técnicos que se suceden y prolongan sin límite en el tiempo….” Con estas palabras, fuentes del Consejo Escolar han denunciado hoy una situación que entienden insostenible.
Las mismas fuentes interpelan a las autoridades municipales, en concreto al “Sr. Bascuñana, el Sr. Almagro, la Sra. Goretti y el Sr. Aix, que el pasado 27 de abril acudieron al Tháder a anunciar ufanamente la adjudicación de la obra,” a quienes cuestionan si “son conscientes del hacinamiento” que padece la comunidad educativo y que “es permanente fuente de conflictos y deterioro de la convivencia”.
“Nos preguntamos si, más allá de las buenas palabras y las reiteradas declaraciones de que se están dejando la piel, en algún momento van a tomarse en serio a nuestra comunidad educativa y van a trabajar con diligencia y eficacia para sacarnos del marasmo en el que han convertido nuestro centro”, añaden para concluir: “Desde que el Decreto Ley 5/2017 de 20 de octubre dio luz verde al plan Edificant han transcurrido cuatro largos años: no hay excusa posible que justifique el calvario que cada día supone estudiar o trabajar en estas condiciones”.
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