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Concluye una temporada marcada por la inestabilidad y los cambios de técnicos

El Orihuela ha puesto fin de la manera más triste a una temporada que se prometía muy feliz con un claro y único objetivo de jugar la promoción de ascenso y lograr el salto de categoría que el año pasado se escapó en el último segundo de los play off.
El desenlace de los acontecimientos no han seguido ni de cerca el guión que de inicio se marcó el club. De hecho, los registros al término de la actual temporada son peores que los de la pasada, pese a que durante varias jornadas el equipo llegó a estar líder de la competición.
Una serie de acontecimientos extradeportivos han marcado la trayectoria del equipo en la competición. Al final ha sido una temporada irregular, plagada de altibajos y de cambios de entrenadores y jugadores que han llevado consigo un desenlace doloroso para los aficionados y miembros del propio Orihuela, como ha sido quedarse fuera de la promoción de ascenso a Segunda División B.
Al margen de lo deportivo, la temporada ha estado marcada por la dimisión de la junta gestora, que obligó a la plantilla y empleados a hacerse con las riendas del club en diciembre, las continuas manifestaciones para reivindicar sin éxito el pago por parte del Ayuntamiento de los 60.000 euros acordados la temporada anterior en concepto de publicidad, la marcha de jugadores que prefirieron probar suerte en otros equipos tras el vacio de poder generado en el Orihuela, y la vuelta de la junta gestora que devolvió la estabilidad institucional y propició la llegada de nuevos futbolistas que sustituían a los que se habían marchado. Pero en lo deportivo también ha habido inestabilidad con el cambio continuo de entrenadores. Primero Andrés García Tébar, después Juan Cartagena, luego Paco Onrubia y finalmente Manolo Alfaro. Continuas variaciones en el sistema de trabajo y en los conceptos de juego con la llegada de cada técnico, pudieron ser también parte de las causas del fracaso final. No obstante, el presidente del club, Antonio Felices, no considera que sea un fracaso, ya que opina que «con todo lo que ha ocurrido esta temporada es un milagro que hayamos llegado vivos hasta el final».

Presentada la demanda contra el Ayuntamiento

El club presentó finalmente la demanda contra el Ayuntamiento el pasado martes. «Hemos aportado en los juzgados toda la documentación en la que se demuestra que el Ayuntamiento se comprometió al pago de 60.000 euros a cambio de la publicidad en las camisetas, y hemos entregado pruebas como emails, whatsapp, contratos e incluso fotografías, en las que se demuestra que el club cumplió llevando la publicidad en sus camisetas, pero el equipo de gobierno municipal incumplió con el pago», explicó al presidente de la entidad, Antonio Felices, quien recordó que si el Consistorio pierde el juicio «tendrá que pagar al club los 60.000 euros y las costas», y opinó que no se demorará demasiado en el tiempo la sentencia «porque nos encontramos en Concurso de Acreedores, situación que permite que se agilicen los juicios».

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