Cansados de que no se haga nada. Así se encuentra la mayoría de los comerciantes de la calle Mayor de Orihuela. Muchos son comercios tradicionales, con bastantes décadas a sus espaldas, que han mantenido sus puertas abiertas durante varias generaciones y que, en los últimos años, observan como se reduce el número de clientes y sus ventas disminuyen. Algunos se han visto obligados a cerrar su negocio de toda la vida «porque ya no podíamos aguantar más».
La conocida como Asociación de Comerciantes del Casco Histórico parece haber pasado a la historia, «porque no se ha hecho nada en los últimos cinco años y ni tan siquiera se cobraban las cuotas», como reconocen algunos de los propietarios consultados. Ante lo que ellos llaman «inactividad total» de la junta directiva, formada por Mari Carmen Oceta y Mariano Torres, prácticamente la totalidad de estos pequeños empresarios han decidido emprender un nuevo rumbo y crear la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico.
Las mismas siglas, ACCH, pero con un espíritu nuevo, «porque no estábamos conformes con permanecer quietos mientras esto va cada vez peor. Es necesario recuperar el papel activo del comercio en el centro histórico», como reconoce Antonio Peralta Rufete, tesorero de la nueva asociación que preside Pablo Ferrer Estruch y que cuenta entre sus vocales con otros conocidos comerciantes de la zona como Paqui Gómez y Julio Peralta.
La nueva ACCH no sustituye a la anterior, porque sigue activa, pero casi la totalidad de quienes la formaban ha decidido «intentar reactivar las ventas en esta zona».
La asociación fue registrada a finales del pasado mes de junio y nace con casi una veintena de integrantes, aunque busca agrupar a medio centenar de comercios de la calle Mayor y calles adyacentes. El llamamiento a formar parte de la nueva asociación se realizará tras el verano, y se extiende a los responsables del colectivo que abandonan «porque son personas muy válidas y pueden ser de gran ayuda».
La unión hace la fuerza
La nueva ACCH no descarta unirse a la Asociación de Comerciantes del Municipio de Orihuela, ACMO, con cuyos dirigentes ya han establecido contacto «para preparar actividades conjuntas y campañas más interesantes» También se han presentado al nuevo edil de Comercio, Dámaso Aparicio, de quien esperan «que mire más por el centro histórico que los anteriores responsables municipales».
«Fuimos un referente en la Vega Baja y hoy estamos abandonados»
El presidente de la nueva Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Orihuela es Pablo Ferrer Estruch, quien se muestra convencido de que es posible «hacer cosas para intentar levantar esto».
El conocido librero hace un llamamiento al nuevo equipo de gobierno que preside Emilio Bascuñana, «para que se den cuenta de que el casco antiguo se está muriendo, porque aquí ni se invierte nada ni se celebran actos, con lo que la gente no viene».
La apuesta de la nueva ACCH es reactivar la zona, «porque hemos sido un referente del comercio en la Vega Baja y hoy estamos abandonados».
Estruch es consciente del perjuicio causado por los centros comerciales abiertos en los últimos años en Orihuela Costa, Elche y la Región de Murcia, pero asegura que «sólo hacen daño los sábados, mientras que el resto de la semana, la gente está aquí y el centro comercial abierto de Orihuela puede funcionar y tener futuro».
La directiva de la nueva ACCH quiere que se potencie el turismo y no admiten que ciudades con menos potencial artístico y monumental que Orihuela tengan más visitantes y funcione mejor el comercio tradicional.
Para estos comerciantes, los ejes de ese cambio pasan por mejorar la imagen de los inmuebles del centro histórico «con inversiones en restauración», repoblarlo, «porque eso generaría el paseo del día a día», e incentivar la apertura de nuevos comercios y hostelería, «porque todo haría venir a más visitantes a nuestros monumentos y museos».
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