El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana ha valorado este miércoles diversos asuntos de interés para el municipio, entre los que se encuentran los de índole económica como la deuda municipal y la retención que está practicando el Ministerio de Hacienda.
Pero el alcalde también se ha referido a la gestión municipal, asegurando que “parece una casa con desgobierno total”. Ha asegurado que “este Ayuntamiento necesita hacer un esfuerzo por mejorar la gestión en todas las áreas” y ha dicho que tiene la sensación de que “todos tiran la pelota hacia arriba para salvar su responsabilidad, y al final acaba en la última terraza que es la del alcalde”.
El primer edil hacía esta consideración al referirse a los reparos de Intervención que se repiten con las nóminas de los trabajadores municipales, y que ha tenido que levantar para que cobrasen junio y la paga extra. Bascuñana ha mantenido una reunión con Manuel Pons, Interventor accidental, para conocer las causas de esos reparos y corregirlos, “porque la solución no es levantarlos mes a mes, y ha señalado que “se tomarán medidas para que no se repita”, aunque también reconoce que “no podremos hacerlo de la noche a la mañana”.
Sobre la retención de 1’4 millones de euros que el Ministerio de Hacienda está practicando cada mes al Ayuntamiento de la parte de tributos que le corresponde, Bascuñana ha explicado que hay que justificar un impedimento con la sociedad municipal SURPAL, y espera hacerlo lo antes posible “para que solo se pierdan dos meses”. Lo que sí ha dejado claro el alcalde es que “habrá que analizar por qué ha pasado esto, ver de quien es la responsabilidad y corregir para que no se repita”.
La deuda del Ayuntamiento oriolano asciende a 63 millones de euros, pero podría incrementarse hasta los 90 millones
Emilio Bascuñana ha vuelto a elevar la deuda municipal en 63 millones de euros, de los cuales, 42 millones corresponden a la deuda financiera con entidades bancarias y 21 millones de euros es la deuda comercial con proveedores. Pero el primer edil también ha desvelado que las reclamaciones judiciales al Ayuntamiento de Orihuela suman unos 31 millones de euros, que en el caso de perder todos los pleitos, se sumarían a la deuda de 63 millones de euros.
Sobre esas cantidades, Bascuñana sigue creyendo que “no es la ideal”, al tiempo que reconoce que “es cuantiosa, pero no es preocupante y no va a condicionar la viabilidad del Ayuntamiento porque se puede pagar de forma ordenada”.
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