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Aumenta el número de familias en situación de pobreza

El último informe del Instituto Nacional de Estadística sobre la Encuesta de Condiciones de Vida 2014, hecho público la pasada semana, revela que el porcentaje de la población española que vive en riesgo de pobreza se eleva hasta el 29,2%, con un aumento de 1,9 puntos en tan solo un año.
En Orihuela, los síntomas de recuperación que muestra la economía a nivel nacional, no se están trasladando al ciudadano de a pie, y lejos de reducirse, la tasa de pobreza en este municipio se mantuvo durante el pasado año.
Una de las organizaciones no gubernamentales que combate esta situación es Cruz Roja, que puso en marcha un proyecto dirigido a personas de extrema vulnerabilidad o de lucha contra la pobreza al inicio de la crisis, proyecto que en Orihuela atendió en 2014 a 1.788 personas.

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Tal y como asegura PIlar Ibáñez Aniorte, coordinadora local de este programa, “hay mayor nivel de pobreza del que imaginamos y afecta a muchos oriolanos”. Uno de los elementos que integran esta variable es percibir unos ingresos inferiores a 8.000 euros en el caso de un hogar unipersonal o de casi 17.000 euros en hogares compuestos por una pareja y dos niños. Desde Cruz Roja explican que el perfil de afectados por situación de pobreza en Orihuela es el de una persona desempleada de larga duración, con ingresos por debajo de esas cifras o que han agotado todos los recursos, y que tienen cargas familiares.
Según Pilar Ibáñez, «subsisten gracias al trabajo sumergido y en condiciones precarias, junto al apoyo de la familia, amigos o vecinos, lo que les hace priorizar la alimentación y servicios como luz y agua, pero dejan de pagar el alquiler o la hipoteca y se arriesgan a una situación de desahucio».
La responsable de Cruz Roja recuerda que los peores momentos de la crisis se vivieron entre los años 2007 y 2008, «cuando nos vimos desbordados por el gran número de personas que nos pidieron ayuda», y explica que las familias a las que antes atendían eran ya conocidas, «pero comenzaron a venir personas que hasta ese momento nunca nos habían solicitado ayuda y hubo que optimizar recursos y destinar fondos propios porque no dábamos abasto». A raíz de aquellos momentos, la organización estableció un protocolo de intervención que se mantiene actualmente para que las personas atendidas acudan con cita previa.
Esa intervención a personas de extrema vulnerabilidad se realiza a largo plazo y como mínimo durante un año, periodo en el que «se les facilita alimentos y productos de higiene, pero también se les ayuda en gastos de farmacia y ayuda escolar».
Los alimentos, e incluso ropa, se entregan una vez por semana «con absoluta discreción» en el almacén de Cruz Roja, gracias a un plan personalizado que permite detectar las necesidades de las personas atendidas. El pasado año, se entregaron en Orihuela 27.000 kilos de alimentos, que procedían de excedentes de la Unión Europea y de las donaciones recogidas en el municipio. Cuando esos recursos escasean, es la propia Cruz Roja la que compra los productos, incluso alimentos perecederos como carne, pescado, lácteos y fruta que se entregan cada semana.
El programa de ayuda de Cruz Roja incluye también la realización de un plan de intervención en la búsqueda activa de empleo, a través de la orientación laboral y talleres de competencias, entre otras actuaciones, «porque una persona no puede salir de esta situación de exclusión social si no tiene un trabajo y nosotros apostamos en todo momento por la capacitación y la reinserción laboral», tal como ha detallado la técnico oriolana.
Pero hay ocasiones en las que estas familias necesitan otro tipo de ayuda para saber cómo optimizar los escasos recursos que tienen a su disposición. Para ello, los voluntarios llevan a cabo los llamados ‘Talleres de ahorro doméstico’, con los que se pretende hacerles ver la forma de administrar mejor su economía y en los que se enseña «a invertir mejor para evitar gastos superfluos, a saber qué productos es mejor comprar con el presupuesto que tienen e incluso a preparar las comidas con las que pueden sacar un mejor provecho».
Ludoteca para 60 niños
El proyecto de mediación social facilita que los menores de familias en situación de pobreza dispongan de dos ludotecas en las que se les ofrece un apoyo escolar, con actividades de ocio e incluso una merienda que en muchos casos no se pueden permitir. Las dos ludotecas se desarrollan en horario de tarde, una en la sede de la calle San Agustín y otra en el barrio de Capuchinos, gracias al local que cede la asociación ‘San Antonio de Padua’.
«Los excluidos de los excluidos»
La institución también mantiene un servicio de atención a quienes no tienen un hogar, que en 2014 «se incrementó escandalosamente» y se prestó a 68 personas.
Según Ibáñez, otro nuevo servicio es el Centro Móvil de Emergencias; una caravana mancomunada por todos los municipios de la Vega Baja que ofrece duchas y lavado de ropa. Ha sido donada por una asociación y recorre la comarca atendiendo una vez por semana a cada localidad. La Asamblea Local, que preside Andrés Ramón Alonso, puede realizar todos sus proyectos gracias a la labor de los 268 voluntarios que prestan unas horas de su tiempo. Por otro lado, todo esto no sería posible sin la aportación económica de los 2.023 socios que la mantienen y de las subvenciones de las administraciones, además de los numerosos sorteos y loterías.

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