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ASAJA revela que el 2019 ha supuesto “un descalabro del valor económico agrario”

Conforme se iba desarrollando el ejercicio 2019, todos los indicadores nos hacían intuir que el año agrícola no iba a terminar demasiado bien. Y así ha sido.El mal dato viene de la mano del valor económico de las plantaciones, que ha descendido en un 28%, pasando de 654 millones de euros en 2018, a casi 471 millones de euros en 2019, según el departamento de Estadística y Económico de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante.

Los tres cultivos que justifican el descalabro del valor económico agrario son: cítricos, hortalizas y, dentro del viñedo, la uva de mesa.  Precisamente, los que mayor valor tienen en el mercado. Además, cítricos (49.9%) y hortalizas (22,7%) copan la producción vegetal de la provincia. Y es que, cuando la campaña citrícola va mal, es muy difícil que las gráficas arrojen números positivos, ya que este cultivo representa más del 45% de la renta agraria en Alicante.

En el caso citrícola, en la campaña 2018-2019 se produjo un “cataclismo de precios en origen” que nos llevó a la peor campaña citrícola de los últimos 15 años, con pérdidas estimadas para los agricultores de 123 millones de euros. Una cosecha marcada por un conjunto de factores que condujeron a una situación llamada: “la tormenta perfecta”. Entre las causas, se dio un aumento de cosecha considerable; sequía antes del verano que provocó calibres pequeños en variedades tempranas; retraso de la campaña por la maduración de la fruta; elevadas temperaturas al comienzo del otoño, lo que generó baja demanda; y, por último, la gota que colmó el vaso: entrada masiva de cítricos de Sudáfrica. El incremento de producción, de un 36,5% más en 2019 (796.348 T), unido a la entrada masiva de cítricos comentada, provocaron un descenso en el valor económico total de los mismos del 16,5%, pasando su valor de 214.553.784 euros en 2018, a 179.081.053 euros en 2019. “Desde ASAJA advertimos que la libre entrada de productos de terceros países fue el detonante, generando una inestabilidad de la campaña permanente y la causa principal de una de las mayores crisis de precios de las últimas dos décadas”, señala el presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte.

En segundo lugar, incide directamente que las hortalizas fueran el cultivo más afectado por la DANA y, principalmente, por las múltiples roturas del Segura. De las 6.000 ha plantadas en la Vega Baja quedaron destruidas 5.000 ha, contabilizándose unas pérdidas de 138 millones de euros. Podemos apreciar un leve descenso en las hectáreas cultivadas de un 5,7%, como consecuencia de la sequía y la inestabilidad del trasvase Tajo-Segura. Sin embargo, el mazazo viene en las cifras de producción y el valor económico, que es donde incidieron directamente las inundaciones provocadas por el desbordamiento del río. “Se perdieron algunas de las hortalizas más valiosas, como la alcachofa, boniatos o calabazas. Por ello, vemos como se produce una importante bajada en las toneladas de un 28,8%, pasando de 377.594 T en 2018, a 268.658 T en 2019 y un pinchazo en el valor económico de -50,9%, pasando de 199.262.395 euros en 2018, a 97.919.138 euros en el 2019”, informa el presidente de ASAJA Orihuela, Jose Vicente Andreu.

El tercer vértice de este fatídico triángulo agrario lo compone la uva de mesa embolsada del Vinalopó. El viñedo, a pesar de que mantiene la superficie cultivada y aumenta la producción, desciende acusadamente en valor económico, pasando de 73.072.982 euros en 2018, a 47.326.438 euros en 2019 (-35,2%), motivado, sobre todo, por los ruinosos precios esta campaña, en la mayoría de sus las variedades ha terminado saliendo del campo muy por debajo de los costes de producción.

En el resto de los cultivos la tendencia de las cifras económicas tampoco resulta favorable. Por ejemplo, en olivar, cultivo único que mayor superficie ocupa en la provincia, con 28.000 ha, se ha visto lastrado por una bajada del valor económico de un 32,1%, motivado principalmente por los precios bajos que ha tenido el aceite de oliva, que ha vivido una campaña históricamente mala.

No han corrido mejor suerte los frutales de hueso (cereza, níspero, albaricoque…), donde apreciamos un descenso de la superficie cultivada de un 4,7%, debido al efecto desánimo por los bajos precios que arrastran en las últimas campañas, que han hecho retroceder las plantacionesy una pérdida del valor económico del 7,6%,

Por aportar una pincelada positiva al ejercicio 2019, la mejor noticia del año ha sido que en la crisis de la Xylella Fastidiosa, donde el arranque masivo de almendros estaba arrasando las plantaciones de secano de las tres comarcas afectadas, desde septiembre y, coincidiendo con el nuevo mandato de la Consellera de Agricultura, Mireia Mollà, han dejado de arrancar árboles sanos indiscriminada y unilateralmente y han pasado discretamente a la contención.

En general, como arroja el valor económico de cada uno de los cultivos, los precios percibidos por el agricultor han sido ruinosos y han afectado de forma muy negativa a los ingresos y, por tanto, a la capacidad inversora de nuestros productores, algo que, sin duda, podría perjudicar las hectáreas cultivadas y la planificación para el 2020, año en el que también influirá directamente el hecho de que los agricultores de hortaliza de la Vega Baja sin seguro agrario y afectados por la DANA (el 97%), reciban o no algún tipo de compensación económica por parte del Gobierno o Consell que les ayude a reactivar cientos de explotaciones que en estos momentos se encuentran paralizadas y muy lejos de recuperar su capacidad productiva anterior a septiembre.

A vueltas con las amenazas del Tajo-Segura

La situación hídrica del año 2019 ha estado marcada por los continuos “desaires” al acueducto por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y del Ministerio para la Transición Ecológica, de Teresa Ribera, persona que, en su mandato no se ha dignado a reunirse con los regantes del levante ni una sola vez.

En opinión de ASAJA Alicante, que el Gobierno socialista haya rechazado por primera vez la opinión de los técnicos y haya reducido el trasvase previsto para noviembre a 4,7 hectómetros cúbicos, solo para suministro urbano, sienta precedentes y es síntoma de la “predecible hoja de ruta” que pueden estar empezando a trazar la alianza PSOE-Podemos que, previsiblemente, nos gobernarán durante los próximos cuatro años”, lamenta Aniorte.

Avance por cultivos

  • Cítricos.El balance citrícola en la provincia de Alicante para la campaña 2018-2019 (que va desde septiembre de 2018 hasta mayo-junio del 2019), es de 796.348 toneladas, según estimaciones de ASAJA Alicante.

Las pérdidas económicas del sector citrícola en la provincia de Alicante para la campaña 2018-2019 se contabilizaron aproximadamente en 123 millones de euros (sin tener en cuenta el impacto económico de la DANA, ya que la campaña se cierra en el mes de julio y la DANA ocurrió en septiembre, por lo que sus efectos se verán en las cifras citrícolas del balance 2020), lo que supone un 30% menos de ingresos que en la campaña 2017-2018. Entre las variedades más perjudicadas figuraron, en mandarina: las Clemenules y las Oronules; en naranja: la Lane Late; y en limón: el Fino tradicional.

  • Uva de mesa.En total, la producción no alcanzará los 50 millones de kilos amparados por la Denominación de Origen Protegida Uva del Vinalopó. Contabilizando las que no se inscriben en DO, se rondarán los 70 millones. Se calcula que la variedad Aledo ha rondado los 0,50 ctm/kg, mientras que el de otras variedades se ha situado en torno a 0,45 ctm/kg. Estos precios se sitúan por debajo de los costes de producción. Desde la Sectorial de Uva de Mesa señalan que faltan unos 0,25 €/kg para que el agricultor pueda mantenerse.
  • La alcachofa es uno de los cultivos que se ha visto seriamente perjudicado, con pérdidas de hasta el 80% y plantas que quedaron enterradas por el agua y el barro durante días en la Vega Baja. Lejos quedamos, por tanto, de poder mantener las 22.300 toneladas alcanzadas en 2018 en la comarca. Mayor estabilidad productiva presenta el Camp d´Elx, donde se habrá recogido alrededor de 22.075.000 kilogramos de alcachofas, brócoli, habas, romanesco y coliflor y donde las alcachofas obtuvieron un precio medio en campo de 0,50-0.60 euros el kilo.
  • Frutos secos (Almendra).En cuanto a los kilos alcanzados, la producción de almendra se desmarca de la tendencia bajista del resto de frutales de hueso. En la Comunidad Valenciana ha rondado aproximadamente las 8.450 tm en grano y 2.860 tm en la provincia, datos que suponen un aumento del 30% respecto a la campaña anterior. En términos generales, las cotizaciones han mejorado. A principios de campaña empezaron muy bien, alcanzándose los 5,10 €/kg con cascara como valores mínimos medios y 5,90 €/kg máximo medio, después se redujeron ligeramente y han vuelto a mostrar una tendencia alcista a finales de año. La almendra ecológica alcanzó los 8-8,5 €/kg.
  • La campaña de olivar 2019/2020 presentará previsiblemente un descenso de la producción. Pese a que hay aumentos muy significativos en zonas como el campo de Elche, hay otras áreas productivas en las que ha habido mermas por el viento, lo que compensa que vayan a mantenerse volúmenes de producción que rondarán las 38.400 toneladas. La nota negativa de la campaña viene de los bajos precios, que incluso se mantienen por debajo de los conseguidos en 2018. En la actualidad, los valores rondan los 1,9 €/kg, mientras que en 2018 se alcanzaron los 2,60-2,65 €/kg,
  • Uva de vino.El cómputo total de kilos recogidos en la DOP Alicante durante esta vendimia será muy similar a la de 2018, en el que se alcanzaron 30.493.442 kilos de uva de vinificación. Esta cifra supone un 15.80% más que la campaña de 2016, cuando se recogió un mínimo histórico de 26.3 millones, debido, principalmente, a la falta de agua. Se puede considerar que estamos ante dos campañas consecutivas en las que se “normalizan” los volúmenes conseguidos. La producción de la añada 2019 se sitúa en 32 millones de kilos. La oscilación en los precios en campo de las variedades tintas es muy amplia, con valores que van desde los 0,20 euros/kilo a topes de 0,40 €/kg. Las blancas se mantienen entre 0,23-0,26 €/kg y el vino se mantiene de momento estático, pendiente de las nuevas cotizaciones. Solo el Moscatel ofrece mejores resultados a los viticultores alicantinos, con precios que se encuentran en torno a los 0,60 €/kg.

 

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