El día 22 de Abril se celebra el Día Mundial de la Tierra con el compromiso “Actúa ahora” por el que las Naciones Unidas hacen un llamamiento para realizar acciones individuales en el reto colectivo de conservar el planeta. Este año, hace 50 años que las Naciones Unidas declararon este 22 de Abril como el momento adecuado para que todos los habitantes hicieran una reflexión sobre cómo intervenir para cuidar el mundo.
En el año 1855 el jefe indio Seattle realizó un discurso al presidente de Estados Unidos en el que manifestaba: “La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra”. Esta meditación nos da la dimensión de lo que supone nuestro compromiso individual de cada uno de nosotros en pro de conservar nuestro ecosistema. La Unesco nos repite, “piensa globalmente, pero actúa localmente” y nuestra actuación local empieza en el jardín al lado de casa, en el respeto a la acción de reciclaje y en la conservación de parques y jardines.
El planteamiento “Actúa ahora” nos pone en la encrucijada de que nuestras acciones se inician en cada uno de nuestros hogares, y que continúan en la comunidad para luego transformar nuestros pueblos y ciudades. Esta es una tarea de nosotros y no una tarea de los otros.
La escuela del Siglo XXII que hoy estamos diseñando, debe tener un planteamiento de forma importante en lo que se refiera a acciones en las que se promueva la armonía de la naturaleza y la Tierra. Los escolares de hoy y del futuro deben vivir de forma continua la educación ambiental, no como un elemento aislado sino como un plan de acción que les involucre a lo largo de todo el curso escolar y a lo largo de toda su vida educativa para continuar durante toda su existencia. La educación ambiental no debe ser una asignatura, sino debe constituir un estilo de vid, para el planteamiento de hacer algo que impregna la formación personal de cada escolar.
El jefe indio, Noah Seathl, Jefe de la Tribu Suwamisu, en ese mensaje al presidente de los Estados Unidos plasmaba: “Cuídenla, como nosotros la hemos cuidado. Retengan en sus mentes la memoria de la Tierra tal y como se la entregamos. Y con todas sus fuerzas, con todas sus ganas, consérvenla para sus hijos, ámenla así como Dios nos ama a todos. Una cosa sabemos: nuestro Dios es el mismo Dios de ustedes. Esta tierra es preciosa para él y el hombre blanco no puede estar excluido de un destino común”.
La tierra nos está dando un mensaje, año tras año, de que nadie puede quedarse ausente de este reto que tenemos todos los habitantes y por eso hoy más que nunca tenemos la misión individual de colaborar para que nuestro planeta sea un hogar más habitable.
En este día no podíamos olvidar el gran legado que nos dejo Félix Rodríguez de la Fuente, el amigo de los animales.”
Joaquín Marzá Mercé
Director del Colegio Público de Hurchillo
Master de Educación Ambiental
Premio Verde
Premio Nacional de Medio Ambiente
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