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¡Vaya lío con la DANA!

Primeramente les presento a DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), conocida popularmente como “Gota Fria” (que recordemos que no es sinónimo de lluvias torrenciales). Y en segundo lugar, les dejo un refrán ligado a ella: “Septiembre, o seca las fuentes o se lleva los puentes”.

Permítanme que utilice también esta sentencia para las previsiones meteorológicas, ya que ha sido un verdadero fiasco durante el pasado fin de semana. El pesimismo, más tarde unido a la realidad, se lo ha llevado todo por delante. Y eso que teníamos todos los ingredientes para que las lluvias fueran importantes en el litoral mediterráneo: embolsamiento de aire frío en altura, viento de levante de largo recorrido marítimo y una superficie marítima a una temperatura de 27-28ºC en la Costa Blanca. Sin embargo, aunque las expectativas de precipitaciones intensas estaban depositadas sobre el pasado domingo, verdaderamente se registraron “cuatro gotas” o ni eso en la comarca de la Vega Baja del Segura. En las horas previas, la Agencia Estatal de Meteorología subió y bajóen poco tiempo el nivel de avisos por lluvias, generando una situación de desconcierto, de no saber qué hacer.

Y es que, estas situaciones son complicadísimas de pronosticar, por ser muy erráticas e impredecibles. En los episodios de lluvias torrenciales de septiembre, la torrencialidad se suele presentar muy focalizada en zonas relativamente reducidas y próximas al litoral, ya que no suele estar presente un máximo de viento en capas bajas capaz de conducir las precipitaciones hacia las cordilleras prelitorales y de interior. Esto es lo que se cumplió el pasado viernes en puntos del litoral sur de la provincia de Alicante, formándose hasta un tornado en el campo guardamarenco (no ocurría en la Vega Baja desde el 17 de octubre de 1999), y registrándose 62 l/m² en Rojales y 27,8 l/m² en Guardamar del Segura sin ningún aviso meteorológico activado.

Personalmente, soy consciente de que no es fácil de entender. Entiendo que haya mucha gente cabreada por no haber llovido, ni mucho menos, lo que se esperaba. Y más un domingo, que es un día en el que muchas personas aprovechan para hacer planes al aire libre. Pero de verdad, no es fácil, ni siquiera con los avances tecnológicos que existen hoy en día. Tampoco es culpa de las avionetas, ni de los cohetes. Una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) es como un niño de tres años: sabes que puede hacer alguna trastada, pero es difícil asegurar dónde y cuándo. Es decir, es poco predecible y es difícil saber que zonas se verán más afectadas y en qué medida. En una configuración atmosférica del paso de un sistema frontal, todo es más fácil de predecir.

Imagino que lo recuerdan. El último episodio de lluvias torrenciales en nuestra zona fue el de diciembre de 2016, cuando se desbordó el Río Segura a su paso por Orihuela tras 29 años sin hacerlo. En cuatro días de episodio, se acumularon 127,8 l/m² en la capital comarcal. Veremos cómo se comporta este otoño, estación del año más lluviosa del año en el área mediterránea.

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