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Una victoria que tranquiliza

El Orihuela afrontaba su partido en Castellón con muchas bajas y con el cansancio que supone madrugar más de lo normal para viajar a uno de los desplazamientos más largos en jornada matinal. Todo eso hacía que hubiese cierto pesimismo sobre las posibilidades del conjunto escorpión ante uno de los equipos más importantes del grupo, que llegaba a este día como rival directo de los oriolanos, ya que sólo contaba con tres puntos más en la tabla.

El equipo de Gabi Correa no decepcionó en su actuación y estuvo por encima de los esperado, todo lo contrario que el Castellón, que pese a que se adelantó en el marcador y terminó la primera mitad con ventaja, no fue capaz de aguantar la presión y terminó desquiciado, situación que aprovechó el conjunto amarillo para coger las riendas del partido y acabar remontando con buen juego. El gol de Mikey que ponía las tablas en el marcador con tiempo suficiente para buscar la victoria, fue decisivo. A partir de ese momento, los jugadores del Orihuela comenzaron a creer más que nunca en sus posibilidades, al tiempo que la moral de los castellonenses era cada vez más deficitaria.

De esta manera, el Orihuela fue a por el partido sin complejos, y en una de esas acciones llegó la jugada del penalti, muy dudoso según los locales, pero que no dudó en señalar el árbitro. Juanjo no perdonó y lo transformó en gol para darle los tres puntos a los oriolanos que fueron capaces de mantener el resultado con cabeza.

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