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El proyecto de recuperación de la plaza de toros genera posturas enfrentadas entre vecinos y aficionados a la tauromaquia

El equipo de gobierno llevará al Pleno Ordinario previsto para este jueves 27 dar de baja 137 partidas de remanentes que corresponden a proyectos ya acometidos o que no se van a ejecutar, la mayoría de financiaciones del año 2008 a 2010, y que suman un total de 1.301.915 euros, de donde saldrán los 405.000 euros destinados al proyecto de demolición y adecuación de la Plaza de Toros y alrededores.
Será el punto de partida a una actuación largamente demandada por los vecinos de la zona que acoge el viejo coso taurino inaugurado el 31 de agosto de 1907; y convertido con el paso del tiempo en un inmueble ruinoso que presenta peligro por el riesgo de derrumbe.
Desde hace años, los anteriores gobiernos han querido acometer diversos proyectos para derribar o para mejorar el inmueble (PP año 2008 y Los Verdes, PSOE y CLR año 2012)), pero ninguno de ellos ha salido adelante.
El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, presentó en septiembre un nuevo proyecto de remodelación de la Plaza de Toros, «que pretende dar solución al estado de inseguridad y abandono en el que se encuentra», según expuso el primer edil, quien aclaró que no habrá derribo total y que se mantendrá gran parte de la estructura «por su valor arquitectónico». Bascuñana también sostuvo que este proyecto, «deja las puertas abiertas para que se pueda recuperar una plaza de toros como tal si algún día hay voluntad ciudadana y política»
Pero el consenso que esperaba el alcalde y su equipo de gobierno, incluida la concejal de Urbanismo, Begoña Cuartero, parece que va a quedar solo en un deseo, ante las críticas y el rechazo con el que diferentes sectores pro-taurinos han recibido la iniciativa.
En una carta dirigida a Bascuñana el pasado 27 de septiembre, los presidentes y responsables del Club Taurino, de la Comisión Pro-Recuperación y Restauración, y de las peñas taurinas ‘Basilio Mateo’ y ‘José Mari Manzanares (hijo)’, anunciaban su lucha «por salvar un patrimonio arquitectónico, humano y cultural de la ciudad», y reclamaban la reconstrucción de la plaza con la intención de acoger espectáculos de este tipo.

«Una riqueza arquitectónica»
Como portavoz de la Comisión Pro-Recuperación y Restauración de la Plaza de Toros, José Ruiz Cases, cree que la reconstrucción «no es un gasto, sino una inversión», además de asegurar que es «cuestión de voluntad política».
Desde este colectivo muestran su decepción con la actitud de Bascuñana. De momento, quieren volver a hablar con el alcalde para pedirle que se reconstruya el coso «pero guardando su espíritu como plaza de toros, que no desentona con el rico patrimonio oriolano». En este sentido, pide recuperar el proyecto de reconstrucción que en 2008 aprobó el gobierno local siendo alcaldesa, Mónica Lorente, que se llegó a licitar pero que la crisis paralizó.
Ruiz Cases aboga también, en nombre de la Comisión, por que el inmueble sea un espacio lúdico cultural, además de considerar que «sería una riqueza para la ciudad, como lo son las plazas de toros de Alicante y Murcia». Recuerda que la tauromaquia está declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial.

«Un castillo del terror»
Quienes sí han recibido con satisfacción el proyecto municipal para actuar en la vieja edificación son los vecinos, algunos de los cuales se han unido a través de las redes sociales con el nombre de ‘Solución a la plaza toros Orihuela. Recuperación de espacio público’.
Uno de sus miembros es Roberto Pastor, quien ejerce como portavoz de un colectivo vecinal que demanda una solución urgente dadas las malas condiciones del inmueble, que está a meses de cumplir los 110 años. Pastor califica el proyecto presentado como «aceptable» en el coste y el plazo de la obra, «porque no es momento de hacer una inversión millonaria».
Según Pastor, les parece adecuado conservar las dimensiones de la antigua plaza, y opinan que la zona ajardinada va a dar una nueva imagen a la zona, «ya que ahora lo que tenemos en el barrio es un castillo del terror», pero rechazan la supresión de plazas de aparcamiento. Los vecinos de Obispo Rocamora, Camino Viejo de Molins y Los Arcos muestran su preocupación por las plazas de aparcamiento que se perderían. Aseguran que la zona está saturada, por lo que no entienden que se puedan suprimir unas 80 plazas como creen que pasará con el proyecto presentado.
Confían en que la actuación «sea como la han presentado y no haya sorpresas», especialmente con las obras «para evitar las molestias a vecinos y ciudadanos en general». Desde este grupo vecinal rechazan que el nuevo espacio acoja espectáculos taurinos y piden instalaciones que puedan solventar las carencias del barrio «y que no se conviertan en un lugar sin utilidad que vuelva a decaer, sino que tenga vida». Estos vecinos piden «determinación»para sacar adelante un proyecto al que no ponen reparos «después de tanto tiempo esperando».

«El proyecto viene avalado por informes y no contradice la ley»
El empresario y conocido taurino Juan Serrano ha sido el primero en denunciar en los juzgados la actuación anunciada para la plaza de toros, defendiendo que vulnera el artículo 46 de la Constitución, que recoge la obligación de los poderes públicos de garantizar la conservación del patrimonio histórico.
Para el concejal de Patrimonio, Rafael Almagro, el proyecto no incumple la legislación, y afirma que «viene avalado por suficientes informes y no vamos a hacer nada que contradiga la legislación en materia de protección». Almagro reitera que los elementos protegidos «y algunos que no lo están se van a conservar».
El edil opina que la mayoría de los oriolanos «entiende que esta actuación es la adecuada» y señala que el proyecto «reúne lo que quieren los vecinos, porque actualmente no es una demanda ciudadana ofrecer espectáculos taurinos en esta ciudad».

 

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