El Medio Año Festero se impuso a la predicción meteorológica y disipó cualquier duda de que, tanto el bando moro como el cristiano, tienen ganas de compartir una de las fiestas más esperadas y queridas de Orihuela, para cuya celebración ya ha comenzado la cuenta atrás.
Un Medio Año Festero que se cerró en la mañana del domingo con el tradicional pasacalles en el que las comparsas volvieron a lucir sus trajes de media gala llenando las calles de color y ambiente festivo, como pretenden hacer cuando el próximo mes de julio recreen el enfrentamiento entre ambos bandos.
El desfile llegó tras el acto de exaltación festera que tuvo lugar en el Teatro Circo en la noche del sábado y donde los embajadores moro, Enrique Riquelme Terrés, por Moros Viejos Aben Mohor y cristiano, Isidro Hernández, por la comparsa Caballeros de Tadmir, dieron el relevo a los embajadores salientes y tomaron posesión de su cargo para protagonizar al día siguiente su primer desfile oficial en sendos cargos.
Asimismo, han sido los últimos actos de la actual Armengola, Concepción Cabrera Irles, aunque ejercerá sus funciones hasta la Exaltación Festera en el mes de julio, cuando se celebre el acto de investidura de la nueva heroína.
También fueron protagonistas del Medio Año los niños y niñas que el viernes por la tarde desfilaron en la pedanía de Hurchillo contagiándose del espíritu festero, y los que durante la mañana del sábado participaron en las actividades organizadas por la Concejalía de Cultura y la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos desarrolladas en la Lonja.
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