El programa de actos organizados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela para este Otoño Hernandiano concluyó el pasado 17 de noviembre con el concierto de Loquillo. Este año también han servido para rendir homenaje al poeta oriolano en el 75 aniversario de su muerte. La concejala de Cultura es Mar Ezcurra García.
¿Qué balance puede hacer de este Otoño Hernandiano?
Muy bueno. Han sido más de un centenar de actividades para todos los públicos en las que hemos buscado la participación de la ciudadanía para homenajear y recordar al poeta Miguel Hernández. Hemos intentado involucrar al mayor número de personas posible y creo que lo hemos conseguido. Hemos tenido teatro, conciertos, conferencias, presentaciones de libros, talleres para los más pequeños, recitales de poesía, rutas culturales, exposiciones, una intervención artística en el paseo ‘Viento del Pueblo’. Muchas y variadas actividades en las que han participado centenares de personas para homenajear al poeta.
¿Satisfecha de la respuesta a los actos organizados?
Sí. Orihuela quiere a Miguel Hernández y eso se palpa a diario en nuestra ciudad. Son muchísimas las actividades que se realizan en torno al poeta durante todo el año, ya no solo en la primavera y otoño hernandiano, y todas obtienen una gran respuesta. En Orihuela se respira a Miguel Hernández. Yo recuerdo una frase que nos dijo el cantautor Luís Eduardo Aute cuando vino el año pasado a Orihuela: «Toda Orihuela es la casa de Miguel Hernández». Y no puedo estar más de acuerdo con él. Desde el barrio de San Isidro, con sus maravillosos murales, hasta el colegio Santo Domingo y su rincón hernandiano, pasando por el paseo ‘Vientos del Pueblo’, donde se encuentra su estatua, el palmeral en el barrio de San Antón, la plaza de Ramón Sijé… Mires donde mires en Orihuela está presente el poeta. Hasta en los pasos de peatones podemos leer sus versos.
¿Se va a potenciar más las actividades sobre el poeta en pedanías y costa?
Por supuesto. Y ya lo estamos haciendo. Hemos expuesto en el Centro Cívico de Orihuela Costa la exposición ‘Perito en Lunas’, de Alfonso Ortuño, hemos realizado más de 50 talleres infantiles, de poesía, lectura y juegos sobre Miguel Hernández en prácticamente todas las pedanías oriolanas y la costa. También hemos llevado a varias pedanías y a Orihuela Costa conciertos en homenaje al poeta. Vamos a llevar la exposición sobre el cómic realizado sobre la vida y obra de Miguel Hernández a todos los centros culturales del municipio… Por supuesto que seguiremos potenciado las actividades en torno a nuestro poeta en todo el municipio. Es fundamental seguir trabajando para que Miguel Hernández siga vivo en Orihuela.
¿La apertura de la Casa Natal ha sido el acto más relevante?
Quizá el más emotivo y especial para mí sí lo ha sido. Y quizá el más importante por lo que significa, para Orihuela también. Han sido muchos años de tener que bajar la cabeza cada vez que pasabas por la puerta de la casa donde nació Miguel y encontrarla cerrada. Mi propósito fue trabajar sin descanso para que esa casa se abriera, se llenara de poesía, de actividad, de color y recuperase la dignidad. Afortunadamente, he encontrado con mucha gente que nos ha ayudado en este esfuerzo y no puedo dejar aquí pasar la oportunidad de agradecer su empeño, su trabajo y su dedicación a Aitor Larrabide, director de la Fundación Cultural ‘Miguel Hernández’. Gracias a él podemos contar con un importantísimo archivo, que incluye primeras ediciones de la obra de Hernández, carteles, publicaciones… para su consulta. Él ha sido y es parte fundamental de esta Casa Natal que ya está abierta para nunca más cerrar.
¿Cómo merece ser recordado Miguel Hernández?
Como un hombre honesto e íntegro. Un hombre que defendió sus ideales con una única arma, la de la palabra, quizá la más poderosa. Como un poeta que le escribió al amor, a la vida y a sus penas, que fueron muchas, pero que alzó la voz en defensa de la libertad, de la justicia social, contra las desigualdades. Un gran poeta cuya obra a día de hoy está más vigente que nunca y cuyo recuerdo está más vivo que nunca.
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