El estruendo de trabucos, arcabuces y cañones envolvió ayer noche las calles de Orihuela en una nueva escenificación de la guerrilla entre los bandos moro y cristiano en su lucha para ganar la llave del castillo.
En esta edición participaron 230 festeros y se quemaron 171 kilos de pólvora en un enfrentamiento que comenzó en el Paseo Calvo Sotelo y se extendió hasta la Glorieta Gabriel Miró, donde se representó la toma del castillo con el parlamento de Joaquín Más y la teatralización del Pacto de Teodomiro según el texto de Atanasio Díe.
La presencia de la mujer en la guerrilla ha sido más significativa que en años anteriores. El presidente de la Junta Central de la Asociación de Moros y Cristianos , Antonio Manuel García, aseguró que participaron algo más de medio centenar de festeras.
Fotos Víctor Marín
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