Acabó el 2018 y las cifras confirman las sensaciones e informaciones que han ido apareciendo a lo largo del año y que indican que el mercado inmobiliario ha seguido creciendo.
En Orihuela, al igual que en toda la provincia de Alicante, las cifras de ventas cierran el año en positivo con respecto a 2017. Según Redoriol, inmobiliaria con larga trayectoria en el municipio de Orihuela y Vega Baja, las cifras finales de compra venta rondarán un 2% más que en el año anterior, destacando entre las operaciones la venta de viviendas residenciales.
Las viviendas de primera residencia han sido las protagonistas a lo largo de este 2018 frente a otros años anteriores en los que este mercado se encontraba más frenado y sobresalían las compras por inversión y de segunda residencia. Esta circunstancia pone de manifiesto que las generaciones de nuevas familias y familias jóvenes han vuelto al mercado tras una década marcada por la crisis.
La llegada de la estabilidad económica y por supuesto, el apoyo de la banca a la hora de la concesión de hipotecas, han terminado de animar a los compradores en este año. «Lo que más se ha notado este año es que los compradores cierran operaciones con mayor velocidad. Llegan a nosotros ya convencidos de que quieren comprar y cuando les ayudamos a encontrar lo que buscan y conseguir su financiación no se lo tienen que pensar tanto como en años anteriores», afirma Javier Cámara, gerente de Redoriol.
Los profesionales de Redoriol marcan en Orihuela como presupuestos en mercado los 100.000€ de media, tanto en el presupuesto real de los compradores como en las ventas reales cerradas a lo largo de 2018.
En cuanto a las tipologías, señalan los pisos de tres dormitorios y dos baños como la vivienda preferida por los oriolanos durante este año, aunque si la vivienda que buscaba el comprador estaba cerca de la costa las tipologías más demandadas han sido las propiedades en planta baja, como dúplex, adosados o bungalows.
De cara a 2019 se espera que estas tendencias se mantengan en la zona, ya que los datos van confirmando la estabilización de un mercado cada vez más competitivo y profesionalizado «en el que los vendedores debemos ser conscientes de las demandas de los compradores, que cada vez están mejor informados, y del resto de demanda existente para sacar el máximo beneficio a la venta de su propiedad. Detalles como las fotografías, arreglos o el mobiliario suponen en la actualidad grandes diferencias en el precio final», aseguraba Javier Cámara.
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