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Los centros oriolanos coinciden en destacar el mayor rendimiento de los alumnos con la jornada continua

La jornada continua va ganando presencia en las escuelas públicas del municipio de Orihuela.
Prueba de ello es que, a los siete centros que comenzaron a aplicarla el pasado mes de septiembre, Villar Palasí, Fernando de Loaces, Andrés Manjón, Nuestra Señora de Belén de La Aparecida, colegio de San Bartolomé, Ismael García de La Murada y el Colegio Oleza, se sumarán el próximo curso 2017-2018 nueve centros de educación infantil y primaria: los colegios Miguel Hernández y Virgen de la Puerta, en el casco urbano; Los Dolses y Playas de Orihuela en la costa, y los colegios de Molins, Desamparados, La Matanza, Rincón de Bonanza y La Campaneta en las pedanías.

Estos nueve centros públicos aprobaban en sus claustros y consejos escolares solicitar la jornada intensiva, algo que hicieron antes del pasado 28 de enero después de que desde la Concejalía de Educación se dictaminase favorablemente, como recoge el informe del Consejo Escolar Municipal que ha sido remitido a Consellería para que desde allí se dictamine cuales se podrán acoger al nuevo horario escolar, siempre que cumplan todos los requisitos. Hay que recordar que la Consellería de Educación exigía que, para solicitar la modificación del horario escolar, debía ser respaldada por el 55% de los padres y madres como mínimo. En la mayoría de los colegios de Orihuela se superaba ese porcentaje, y así ha vuelto a ser ahora con los nuevos solicitantes, llegando incluso a contar con un respaldo superior al 90% de los padres, como es el caso del colegio de San bartolomé.
De esta forma, la jornada continua quedaría implantada en casi la totalidad de los colegios públicos de Orihuela, aglutinando a quince de los dieciocho centros, además del colegio Oleza, el único privado-concertado que la adoptó ya en el presente curso escolar.
Únicamente los colegios de Arneva, Hurchillo y Torremendo, mantendrán el próximo curso el hasta ahora tradicional horario escolar de mañana y tarde, aunque en estas pedanías oriolanas el debate enfrenta a padres y docentes.

¿Favorece o perjudica al alumno?
El movimiento está siendo generalizado en toda la Comunidad Valenciana, en un proceso que cada principio o final de curso enfrenta a docentes y familias. Frente a la tradicional jornada partida en horario de mañana y tarde, la jornada intensiva conlleva alargar el horario matutino una hora y media, y acabar las clases a las 14 horas. Las preguntas más frecuentemente escuchadas son si la jornada continua de cinco horas favorece o perjudica al alumno, pero también en qué medida afecta a los padres.
El debate no es nuevo, pero no por ello es menos vigente. Lo curioso es que defensores y detractores de la medida enarbolan el mismo argumento a su favor: la jornada que cada uno de ellos defiende beneficia a los alumnos.

Los directores y directoras de los siete centros educativos de Orihuela que aplican la jornada intensiva este curso por vez primera, han asegurado a Activa estar satisfechos con el nuevo horario.
Todos coinciden en señalar que los alumnos rinden más por la mañana que por la tarde, «porque los más pequeños hasta se quedaban dormidos en clase a primera hora de la tarde», según reconoce María José Botella, directora del CEIP Fernando de Loaces, quien afirma que algunos padres e incluso docentes «eran reacios, pero ahora reconocen que beneficia más que perjudica».
«A nivel académico, los alumnos no se cansan como algunos pensaban y el rendimiento es mayor que durante las horas lectivas de la tarde», como explica Botella, quien destaca también que la jornada continua implica una mejora organizativa y pedagógica, «porque el profesorado «trabajamos menor por la tarde en la preparación de clases y actividades».
Entre los argumentos a favor también se señala que los alumnos disponen de más tiempo por la tarde para realizar actividades extraescolares, los deberes en casa o estar con la familia y jugar.
La directora del colegio Villar Palasí, Miriam Araujo, opina que las actividades extraescolares de las tarde «hacen que los alumnos vengan a clase al día siguiente más motivados». Se muestra convencida de que el cambio de horario «ha sido satisfactorio» y asegura que «ni se nos pasa por la cabeza dar marcha atrás». Por otro lado, la LOMCE obliga a reducir la antigua hora de clase a los 45 minutos actuales, con lo que para la responsable del Villar Palasí, «el tiempo para trabajar la asignatura no se aprovecha tanto como antes y se queda corto, porque con el cambio de profesores, esos 45 minutos quedan reducidos a 40 minutos o menos, y eso se nota porque no se cumplen las mismas expectativas por sección».
La flexibilidad del horario es otro punto a favor de la jornada continua, porque los alumnos pueden salir a las 14 horas cuando acaban las clases, a las 15.30 horas si se quedan al comedor, y a las 17 horas si deciden participar en las actividades que se organizan de forma extraescolar.
En el colegio Villar Palasí, el comedor está siento aprovechado cada día por más de 200 alumnos, mientras que unos 160 continúan en el centro escolar durante la tarde para participar en las actividades programadas, según su directora.
Algo similar ocurre en el colegio Andrés Manjón, donde las tardes están ocupadas por talleres: de muy diverso contenido: fotografía, ajedrez, manualidades, cocina, etc. Su director Giovanni Croatto, confiesa que esas actividades «gozan de una alta participación entre los alumnos, además del servicio que se le ofrece a la familia».
En cuanto al rendimiento, el responsable de este colegio ubicado en el centro urbano se suma a la opinión del resto de directores, para asegurar que la aceptación del horario por la comunidad escolar«está siendo bastante buena durante el primer trimestre del curso». Croatto también valora que, de cara al próximo curso escolar, el Andrés Manjón podría notar un incremento de matrículas con alumnos procedentes de los centros que mantendrán la jornada de mañana y tarde.

El único privado concertado
Con 43 años de experiencia docente, el Centro Privado de Enseñanza Oleza es el único no público que apostó por la jornada continua. «Llevábamos cuatro años solicitando implantarla de forma experimental porque los padres apostaron por ella desde un principio, aunque no nos la concedían», como explica Mari Luz Salazar, directora titular del Oleza. Por su parte y como director pedagógico, Agustín Peñalver, confirma que apenas son dos o tres los centros privados de la provincia interesados por el cambio de horario escolar.
La práctica de ambos docentes en los cuatro primeros meses del presente curso, es que las clases «se aprovechan mejor», y que los alumnos, «rinden más por la mañana que por la tarde».

Las pedanías se apuntan a la jornada continua
En los colegios de Educación Infantil y Primaria de La Aparecida, San Bartolomé y La Murada, también valoran el resultado del cambio como «satisfactorio».
Josefina Romero dirige actualmente el colegio Nuestra Señora de Belén de La Aparecida, donde los alumnos «se han adaptado rápidamente al nuevo horario y sin ningún problema de cansancio o bajo rendimiento. Aquí hay otra actitud hacia las clases». También indica esta directora que, entre los padres que votaron ‘no’ a la jornada continua, «nadie se ha quejado del nuevo horario implantado este curso».
En el colegio de San Bartolomé, Antonio Zamora asegura que los alumnos «no notan que ese horario complementario suponga un mayor esfuerzo». El director del centro escolar de esta pedanía recuerda que «fueron las familias las que pedían ese horario, que obtuvo más del 90% de respaldo en la votación».
Los casi 260 alumnos del colegio Maestro Ismael García de La Murada se habían fijado ya en la jornada continua de centros de la vecina Región de Murcia, «y conocíamos su buen funcionamiento», como manifiesta su directora, Toñi Martínez. La profesora también es de la opinión de que la mañana «no se hace tan pesada como lo era la tarde para muchos alumnos», al tiempo que valora una mejoría en el rendimiento y en la organización del profesorado.
Con esta experiencia como ejemplo, cinco colegios de otras tantas pedanías oriolanas han solicitado ya acogerse a la jornada continua para el próximo curso.

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