El prestigioso poeta y escritor oriolano, José Luis Zerón, presentó su nuevo poemario, ‘De exilios y moradas’, una obra en la que demuestra su enorme talento y su maravillosa y única visión a la hora de transcribir sus ideas.
A lo largo de su carrera ha ganado premios tan importantes como el Nacional de Poesía en Ciudad Real, fue finalista del Nacional de Poesía ‘Miguel Hernández’ y su libro ‘El vuelo en la jaula’, fue seleccionado para el Premio de la Crítica 2004. También fue fundador y director de las revistas culturales ‘Empireuma’ y ‘La Lucerna’, además de escribir cuentos, artículos, ensayos y poemas en diferentes revistas nacionales e internacionales.
El afamado escritor Alberto Chessa, accésit del Premio Adonais 2010, ha escrito el prólogo del libro editado por Polibea, colección ‘El Levitador’, y constituye un autentico acontecimiento literario tanto en Orihuela como a nivel nacional, ya que pocas veces se puede leer y disfrutar de unos textos de tanta belleza y categoría literaria como los incluidos en este poemario que debe optar a los premios literarios más importantes de este año.
Pregunta. ¿Tiene alguna connotación política el contenido de su nuevo poemario?
Respuesta. No tiene un contenido político, aunque en algunos poemas del libro se denuncia de manera implícita a los poderosos y su amplia gama de artimañas para envenenar las fuentes y enrarecer el aire que respiramos.
El título viene a ser una metáfora de la existencia del ser humano, incapaz de renunciar a la intemperie a pesar de los refugios que levanta contra ella, y de la naturaleza paradójica de la poesía misma, tan acogedora como inhóspita.
En este libro habla del amor, la vida y la muerte. ¿Son esos los ejes sobre los que se asienta un buen poema?
Hay más temas. Por ejemplo, la revisión de los mitos, la preocupación por el lenguaje y un anhelo de trascendencia, de apertura de la conciencia bajo unos presupuestos laicos o con planteamientos espirituales sincréticos no sujetos a credos ni doctrinas. Lo que ocurre es que el amor (y el desamor), la vida y la muerte, son las tres heridas de las que hablaba Miguel Hernández y están en cualquier libro de poemas.
Asegura que se puede detectar un caríz romántico, surrealista o visionario. ¿Cómo pueden convivir temas tan diversos?
Pueden convivir. Románticos, surrealistas y visionarios beben de unas fuentes comunes como son la preocupación por el lenguaje (desde el exceso barroco hasta el esencialismo o la inefabilidad) y la querencia por la imagen y la metáfora visionaria. Creen en la fuerza de la poesía y en la escritura múltiple que se ofrece como objeto irradiante de un enigma.
¿Cómo se prepara o inspira un poeta a la hora de conectar tantos versos sueltos de manera de confluyan en algo común?
En mi caso el poema suele surgir de una manera inconsciente o preconsciente, como una epifanía inesperada, a través de un ritmo o una imagen. Algunas veces nace también del recuerdo de una experiencia o del desarrollo de una idea. Cuando empiezo a escribir un poema dejo hablar al lenguaje, como aconsejaba Novalis. Una vez terminado, lo someto a una labor intelectiva, lo que yo llamo trabajo de taller, que implica un concienzudo proceso de depuración o criba, aunque a veces surgen poemas que apenas hay que retocar. Unir una serie de poemas bajo un título y que el volumen resulte coherente es una labor compleja que requiere intuición y razonamiento, fervor y lucidez.
¿Cree que la poesía es intemporal? ¿Se puede utilizar la poesía para denunciar injustas causas sociales?
La poesía no es tan frágil cómo parece y siempre, con mayor o menor fortuna, ha estado viva, aunque se la haya dado por muerta desde hace tiempo. La poesía -al menos la que a mí me interesa- da testimonio de la bondad y de la atrocidad, refleja la desesperación y casa con la hospitalidad de la esperanza, aúna ética y estética, evitando lemas y consignas, por tanto puede ser crítica con las injusticias sociales. Aunque hace tiempo que cayeron las torres de marfil, algunos poetas habitan en sus ruinas, es cierto. Pero la poesía no ignora los conflictos y prodigios del presente.
¿Tener un prólogo de Alberto Chessa es la mejor garantía de calidad en su nueva obra?
Alberto Chessa en un excelente poeta y un crítico lúcido y perspicaz. El prólogo de mi libro no puede ser más acertado. Para mí ha sido un honor poder contar con él. Y también me siento muy orgulloso de publicar en la colección El Levitador de la editorial Polibea, y desde aquí quiero expresar mi gratitud a Juan José Martín Ramos, director editorial de la colección, por haber confiado en mí.
Antonio Zaragoza
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