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Dignificar la diferencia como vía para la integración

Se calcula que un 15% de la población mundial, unos 1.000 millones de personas, viven con algún tipo de discapacidad. El Día Internacional de las Personas con Discapacidad celebrado este domingo 3 de diciembre, tiene como objetivo fomentar su integración en la sociedad y promover la igualdad de oportunidades.
En este día se conmemora el esfuerzo, la dedicación y la lucha de la población con discapacidad, de sus familias y de aquellas iniciativas sociales y ciudadanas que trabajan en favor de los intereses de este sector de la población tan vulnerable.

En Orihuela, existen dos centros que han sido pioneros en la Comunidad Valenciana e incluso a nivel nacional, en la atención a personas con enfermedad mental y con discapacidad intelectual, como son el Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS) y el Centro Ocupacional y Residencia ‘Oriol’, respectivamente.
Ubicados ambos en el Palmeral de San Antón y dependientes de la administración local, nacieron allá por 1996 como continuación del llamado Proyecto Primavera de integración laboral, que derivó en ambos centros de recursos junto a la empresa municipal ILDO, que tiene por objeto el fomento del empleo para personas con discapacidad, ejerciendo las actividades de jardinería, floristería y limpieza en general.

Este Día Internacional de las Personas con Discapacidad habrá pasado desapercibido para gran parte de la población oriolana, e incluso para muchos de los usuarios de ambos centros, pero no para aquellas personas que trabajan día a día con quienes acuden al CRIS o al Oriol para dignificar la diferencia y que se sientan como lo que son: uno o una más de nosotros.

En pro de la integración social
En la Avenida doctor García Rogel y en pleno Palmeral de Orihuela, encontramos el Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS) bajo la dirección del psicólogo clínico Alberto Moragriega, creador en gran parte de este centro al que acuden un total de 70 usuarios de Orihuela y otros municipios de la Vega Baja. Son personas afectadas por enfermedad mental con una amplia variedad de diagnósticos, con los que se trabaja en función de objetivos concretos y mediante técnicas de rehabilitación psicosocial aplicadas en formato individual o grupal.
Como asegura Moragriega, «les ayudamos a que vuelvan a integrarse en la sociedad, llevando una vida totalmente normalizada». En realidad, en el CRIS todo se concentra en la mejora de la calidad de vida y la reducción del porcentaje de ingresos respecto a personas que no reciben este tipo de recursos.
El centro ofrece 120 talleres anuales, que se reorganizan cada semestre en función de los objetivos. Uno de ellos es el programa de reinserción laboral, aunque como afirma su director «no es el más importante, porque hay quien nunca va a volver a trabajar debido a sus circunstancias clínicas». Cabe destacar también la labor divulgadora del CRIS a través de charlas en los institutos, colaboración con universidades, publicaciones e investigaciones, etc.

A muy pocos metros y contiguo al CRIS se encuentra el Centro Ocupacional y Residencia ‘Oriol’, que cuenta con un total de 67 usuarios, de los cuales 28 habitan en la residencia anexa al centro ocupacional, cuya labor está dirigida a personas con discapacidad intelectual. Las edades de éstos abarcan desde los 18 hasta los 62 años, con una estancia media desde el ingreso de 14 años aproximadamente. Su directora, Lola Fabregat, señala que, para los internos en la residencia, «los educadores, cuidadores y compañeros son su familia», y aquí intentamos crear una vida de hogar proporcionándoles todo lo que necesitan».

Esos 28 residentes asisten de lunes a viernes con el resto de compañeros a los talleres que se imparten en el centro ocupacional, «donde el objetivo es ofrecerles el desarrollo personal adecuado para que se sientan incluidos en la sociedad como personas, y no como objetos llevados de la mano de otros».
En el ‘Oriol’ se les ofrece formación en hábitos de la vida diaria, en habitos sociales y formación laboral, agrupadas en cuatro áreas: salud, laboral, deporte y artística.

Bienestar Social abrirá en 2018 el primer piso tutelado

La inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental y la apertura del primer piso tutelado para estas personas, son los objetivos que persigue la Concejalía de Bienestar Social que dirige la edil, Sabina Goretti Galindo para el año 2018.
El primero de esos fines ya está en marcha desde el pasado noviembre con los talleres de formación que acogen a usuarios de centros municipales de atención específicos y especializados, como el CRIS y el Centro Ocupacional ‘Oriol’.
El alcalde, Emilio Bascuñana, destacó durante la presentación del taller que esta tipología de discapacidades «son las que sufren mayores tasas de paro en la actualidad».
Por su parte, Sabina Galindo, ha anunciado para 2018 la ampliación de las plazas para estos cursos de formación e inserción laboral. La edil también destaca la intención del equipo de gobierno de que estos cursos y talleres perduren en el tiempo con la colaboración de la Concejalía de Empleo.

Los puestos de trabajo al que aspiran los usuarios del CRIS y el ‘Oriol’ se centrarán en tareas de limpieza de edificios municipales, un servicio encomendando a la empresa municipal ILDO. La edil avanza también que desde la Concejalía de Bienestar Social «se va a hacer la encomienda de gestión para la limpieza de otras dependencias como los centros de mayores».
Junto a este proyecto, la puesta en marcha de la primera vivienda tutelada para personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental es algo sobre lo que ya se trabaja, y que, según Galindo, «cuenta con presupuesto». El Ayuntamiento se hará cargo del alquiler de la vivienda y coordinará al personal, que estará compuesto por cuatro cuidadores.

Esta vivienda tutelada acogerá hasta cinco personas, «y ya se está evaluando a los candidatos «que hicieron cursos de formación en una primera fase». Todo parece indicar que serán cinco mujeres quienes estrenen la primera vivienda tutelada. por Bienestar Social.

La concejal destaca «la ilusión con que se preparan estos proyectos, que valoramos con la importancia que tienen y que ellos nos transmiten», y se muestra «orgullosa de estar a su disposición porque creemos que las instituciones tienen que ser garantes de los derechos de todos los ciudadanos, pero en especial de aquellos que más lo necesitan».

Cris Orcelis 12

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