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‘De exilios y moradas’

Foto: Lorena Aniorte Pagán

 

“Incendia tu mundo, exiliado,
entierra clamores”

Jose Luis Zerón

 

Si  a algo estamos obligados en la vida es a la encrucijada,  a la dicotomía de quedar o partir y estos versos, a modo de prolegómenos, son anunciadores. José Luis Zerón se adentra en esta algaba para recordarnos esa reconciliación pendiente. “De exilios y moradas” publicado en 2016 por Polibea en su colección “El levitador” y con prólogo de Alberto Chessaes una suerte de augurio o un tiempo llamado a no perecer;  porque todo lo que hay escrito en él, bien remonta al pasado o profetiza y desvela la continuidad de esa encrucijada; ambas evocaciones coexisten remembradas una a la otra, a través de escorzos poéticos imposibles de integridad arrolladora.

El poeta hace uso de su capacidad para crear espacios multivisionarios, luces sugestivas cargadas de cierto misterio y espiritualidad, simultaneadas a la inmediatez de la realidad y su experiencia.  En consecuencia, esta profunda y honesta manifestación nos conduce categóricamentea la condición de recuperabilidad/irrecuperabilidad del tiempo; siendo este uno de los aspectos más interesantes que subyace al conjunto poético, ligado al tema de la trascendecia humana, donde el eterno binomio vida/muerte queda supeditado a una fisionomía poética mucho más amplia. Esta preocupación sui generis conmueve y emociona, va de la mano con una llamada a la fe, a un dios al ritmo de su universo; la fe de los antiguos viene dada por una revisión a los clásicos, una clara evocación mítica la encontramos en poemas como “Prometeo encadenado” o “El lamento de la Sibila”, cuyos versos demuestran esa prospección surrealista del futuro arraigada a la tierra:

“Si los dioses dejaran de revelarme el porvenir
yo podría vivir feliz entre los míos
y esperar un cierto futuro, solo eso”

La tradición es influyente pero también la nueva inventiva;  ambas son conducidas ágilmente en un desarrollo equidistante a lo largo de todo el libro. Otro rasgo delimitador es la preocupación por el lenguaje, por cómo nos obliga a bosquejarnos en una “ilusión de la realidad sobre la realidad”, entre un simbolismo naturalizado a vueltas con la realidad más inmediata; asimismo, esta impronta queda muy patente en el discurso poético. Estos versos son ilustrativos de esta metaconceptualidad poética que seduce desde el instante primero:

“Déjate nombrar,
Deja que te nombre ,
Palabra no dicha
(…)
Déjate nombrar
Hija del placer y del dolor,
Deja que te nombre”

“De exilios y moradas” redescubre a un poeta de la urgencia, de la integridad y fidelidad protagónica al sentimiento real y a la creación honesta. Perseguir esa visión unitaria donde consciencia y albedrío convergen es, a juicio seguro,  tarea poética. Decía Baudelaire en el poema “Correspondencias”:

“Como muy largos ecos de lejos confundidos
en una tenebrosa y profunda unidad…”

CLEOFÉ CAMPUZANO MARCO
Lleida, julio de 2016

Cleofé Campuzano (Murcia, España, 1986). Poeta y educadora de museos. Inició sus estudios universitarios en Filología Hispánica, posteriormente se graduó en Educación Social y se especializó en la vertiente sociocultural. Máster en Antropología social y cultural por la Universidad de Murcia y Máster en museos, educación y comunicación de la Universidad de Zaragoza.

Participa habitualmente como colaboradora en diversos medios digitales y en papel, a través de trabajos científicos y reseñas. Ha participado en revistas de poesía y espacios literarios (La Galla Ciencia 2014, el número especial de Empireuma 2014, El coloquio de los perros 2015, Opticks Magazine 2015, El Axolote 2016, Círculo de Poesía 2016, digopalabra.txt 2016, entre otros). Divide su labor actual entre sus investigaciones sobre patrimonio y educación, la poesía y el comisariado pedagógico en arte contemporáneo.

cleofé campuzano

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