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Cuenta atrás para que la vieja Plaza de Toros en ruinas dé paso a un nuevo espacio multiusos

La vieja Plaza de Toros de Orihuela tiene los días contados para dar paso a un nuevo espacio multiusos que cambiará por completo la imagen deteriorada de una de las principales zonas de entrada a la ciudad.
Se trata de una actuación largamente demandada por los vecinos de la zona que acoge el viejo coso taurino, inaugurado el 31 de agosto de 1907 y convertido, por el tiempo, en un inmueble ruinoso que presenta peligro por el riesgo de derrumbe.

La Junta de Gobierno Local adjudicaba hace pocos días el contrato para las obras de ‘Intervención en la Plaza de Toros’ a la empresa Caselles Valero SL, por importe de 399.529 euros, IVA incluido, y estima un plazo de 27 semanas para ejecutar esta obra. La empresa debe ahora preparar y contratar al equipo de trabajadores, la maquinaria y los materiales para iniciar esta actuación en el plazo más breve de tiempo posible.

El proyecto del arquitecto Rafael Legidos fue presentado en septiembre de 2016 por el alcalde, Emilio Bascuñana, y la concejal de Urbanismo, Begoña Cuartero como una remodelación que pretende dar solución al estado de inseguridad y abandono en el que se encuentra actualmente este inmueble.

El antiguo coso taurino oriolano se construyó en una estructura de tres anillos circundantes a un ruedo de 1.420 metros cuadrados: el primero de piedra de sillería, el segundo en voladizo sustentado sobre viguetas de acero, actualmente muy dañadas tras 30 años a la intemperie, y el tercero sobre viguetas de madera, completamente en ruina. La actual altura de 5,80 m. se verá reducida a 3,80 m. porque solo se conservará el primer anillo de mampostería como gradas, eliminando los otros dos como parte más deteriorada, aunque se conservarán los elementos más representativos de la antigua plaza taurina, como rejas, portones y burladeros.

El proyecto contempla derribar parte de la estructura original y transformar la antigua zona de caballería y los establos en un parque público con jardines que rodearán buena parte del recinto. Además, alrededor de la plaza se instará un sistema de luces circular que recordará la dimensión que tenía el coso taurino originalmente. La propuesta incluye también otros elementos complementarios como baños públicos, un espacio para cafetería y una posible sala de exposiciones sobre la tauromaquia. La parcela sobre la que se actuará alcanza los 7.500 m2, mientras que se conservarán los 1.420 m2 del ruedo y la superficie para ajardinar y pavimentar tendrá 5.095 m2. De esta forma, el nuevo aforo quedará en 1.600 personas sentadas en las gradas y unas 1.200 en el propio patio del coso, cifra que dependerá de las dimensiones del escenario en caso de un espectáculo. Esta actuación supondrá también la mejora general de una zona degradada que abarca la Avenida Príncipe de Asturias y las calles Obispo Rocamora, Francisco Rivera Paquirri y Camino Viejo de Molins, reordenando los espacios destinados al aparcamiento de vehículos.

La inversión cercana a los 400.000 euros se afrontará con fondos municipales, empleando remanentes que corresponden a proyectos ya acometidos o que no se van a ejecutar, la mayoría de financiaciones del año 2008 al 2010.

Se cumplirá así con un doble objetivo: proteger el patrimonio cultural oriolano y dotar a la ciudad de un nuevo espacio polivalente abierto para espectáculos diversos y uso de los vecinos.
Después de 30 años de inactividad le llega el turno a la vieja Plaza de Toros de cambiar su imagen.

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