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Cuenta atrás para el Centro Cívico de La Aparecida y las instalaciones deportivas de Molins

Los vecinos de la pedanía de La Aparecida no acaban de asumir que en pocos meses se retomarán las obras para finalizar el Centro Cívico que comenzó a construirse en el año 2005; hace ya 12 años, pero que fueron paralizadas cuando la empresa adjudicataria entró en concurso de acreedores.

La sensación vecinal se puede trasladar también a la pedanía de Molins, donde tras una veintena de años de reivindicarlo, se comenzará a construir una nueva zona deportiva que, al igual que en La Aparecida, va a revitalizar la vida social de ambas poblaciones.

Y todo esto sucede después de que el pasado jueves, el equipo de Gobierno aprobase, en un pleno de carácter extraordinario, una modificación de crédito por importe de 1’3 millones de euros que permitirá la financiación necesaria para poder terminar las obras del Centro Cívico de La Aparecida, con una dotación de 900.00 euros, e iniciar la primera fase del nuevo centro deportivo de Molins, con una inversión de 200.000 euros.
El alcalde, Emilio Bascuñana, había reconocido que se trataba de «asuntos enquistados desde hace muchos años», aunque también había dejado claro al comienzo de la legislatura que el Centro Cívico de La Aparecida «era un compromiso que teníamos con los vecinos y lo hemos cumplido», porque según dijo, «los proyectos se finalizan dando pasos como este», en referencia a la actuación que permitirá financiar ambos.
Por su parte, el socio de gobierno de Bascuñana, Juan Ignacio López-Bas, recordó igualmente que la terminación del Centro Cívico de La Aparecida y que Molíns disponga de una zona deportiva, «figuraban en el acuerdo de gobernabilidad que Ciudadanos exigía al PP, y en tres meses que llevamos en el gobierno de Orihuela se empiezan a cumplir esos compromisos».

Incredulidad en La Aparecida
En esta pedanía oriolana que cuenta con unos 2.500 vecinos, el sentimiento es de incredulidad, según relata el delegado del alcalde, Ángel Noguera, quien asegura que los vecinos «estaban desilusionados tras tantos años demandando un Centro Cívico». De hecho, el movimiento vecinal durante los primeros años de esta década fue muy intenso por parte de colectivos como la Asociación de Vecinos ‘Virgen de Belén’, que llegaron a reunir a cientos de vecinos en diversas concentraciones para exigir el fin de estas obras. Después de la aprobación de la medida económica que permite dotar de 900.000 euros este proyecto, «hay cierta alegría contenida», como asegura el delegado pedáneo,.

La pedanía más al sur de Orihuela acoge a una veintena de asociaciones y colectivos que reclaman un espacio de reunión, «que hasta ahora es bastante escaso, con un Hogar del Pensionista compartido para prestar asistencia sanitaria a la vecindad y con un pequeño local alquilado para albergar las dependencias municipales y a varias asociaciones «que se reparten como pueden el espacio para desarrollar sus actividades».
Ángel Noguera insiste en que todavía queda acometer la actualización del proyecto paralizado para adaptarlo a la nueva normativa y poder licitar unas obras, «que esperamos poder retomar para octubre y finalizar aproximadamente en el plazo de un año».

Un acicate para Molins
«Llevamos veinte años detrás de una zona deportiva y la gente ahora ya cree que esto va a salir adelante». Con estas palabras resalta Reyes Esquiva, como delegado del alcalde, la sensación que ha podido recoger entre sus vecinos en estos últimos días. Aunque se destinan ahora 200.000 euros de los 450.000 euros que supondrá la inversión, la obra se va a acometer en dos fases y permitirá construir un campo de fútbol 8 con gradas y vestuarios, una pista polivalente para tenis, baloncesto y futbito, «pero queremos contar también con una pista de pádel y otra de petanca, que se podría convertir en sala multiuso destinada a distintas modalidades de gimnasia».

Para los 1.500 residentes de Molins, se trata de instalaciones muy necesarias, «que además serán un acicate para la práctica del deporte», como reconoce Esquiva, mientras recuerda que ahora, «cuando se quiere practicar un deporte solo tenemos la pista del colegio».
El delegado pedáneo asume las críticas por el pago del alquiler que el Ayuntamiento deberá afrontar, porque como asegura, «no tenemos otro suelo para ello. Aquí, el campo de fútbol de toda la vida se alquiló allá por los años 80».

La falta de suelo para este tipo de instalaciones no es exclusiva de Molins, sino que se trata de algo endémico en la mayor parte de las pedanías oriolanas.
Precisamente por ello, Reyes Esquiva, reconoce esta como una de las principales carencias, «porque la gente joven se va a vivir a localidades cercanas como Bigastro o Redován al no poder construir aquí sus viviendas, y es algo necesario para que Molins siga creciendo».
Otra reivindicación vecinal pasa por construir un carril bici que una el centro urbano de Orihuela con esta cercana pedanía. Según el delegado, «crearía un flujo de gente y daría más vida a Molins, además de que si lo unimos con la mota del río y el soto, podríamos disponer de un gran circuito».

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Las pedanías tienen carencias
El concejal de Pedanías, Víctor Valverde, afirma convencido que estas dos actuaciones municipales en La Aparecida y Molins, «son muy importantes porque se trata de servicios necesarios para la dinamización de la vida social, cultural y deportiva, y así se viene reivindicando desde hace años».
Al Centro Cívico de La Aparecida se refiere Valverde para destacar que «es de justicia que sus vecinos cuenten con ese espacio donde desarrollar sus inquietudes, y este centro vendrá a satisfacerlas»; mientras que sobre las dependencias deportivas para Molins, señala que se trata de«una demanda histórica de los vecinos de esta pedanía». Pero el edil contiene la alegría por ambos proyectos al asegurar que las pedanías avanzan, y reconocer que otras zonas del municipio tienen necesidad de contar con instalaciones y servicios como estos. Como manifiesta, «nos encontramos en muchas de ellas con el problema de la falta de terreno y el difícil momento para financiar».

Un ejemplo lo tendríamos en Desamparados, una de las pedanías más importantes en cuanto a población y que carece de Centro Cívico; o en La Matanza, cuyos vecinos también están solicitando un centro sociocultural que acoja a colectivos como la banda de música o sus diferentes asociaciones. Pero esa lista se podría alargar si tenemos en cuenta que algunos centros sociales se han quedado pequeños con el paso de los años.
Valverde asegura que las pedanías oriolanas «no están perdiendo habitantes, y requieren cada vez más servicios». En este sentido, expone que su objetivo como concejal es «ir cubriendo esas necesidades, pero sin olvidar que existen otras si cabe más importantes, como la mejora de las infraestructuras e instalaciones ya existentes, junto con el mantenimiento que hay que atender día a día».

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