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Cerca de 150 personas encontraron empleo en 2017 gracias a Cruz Roja y Vega Baja Acoge

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Las organizaciones no gubernamentales (Ong’s) Cruz Roja y Vega Baja Acoge son las dos entidades afincadas en Orihuela que destacan por su colaboración con los colectivos más desfavorecidos y más vulnerables de la sociedad en busca de su reinserción laboral. En concreto, las acciones de ambas tienen como objetivo prioritario a mujeres y jóvenes, que siguen siendo el grupo con más dificultades para acceder al mercado laboral, seguido de las personas migrantes y refugiadas, los jóvenes sin cualificación y las personas en situación de desempleo con más de 45 años de edad.

En el caso de la asamblea local de Cruz Roja en Orihuela, desde 2015 funciona un servicio de empleo que abarca principalmente el municipio oriolano y la zona de Almoradí que atendió durante el pasado año 2017 a un total de 231 personas, de las que 133 fueron mujeres y 98 hombres. Es relevante que 103 de las personas atendidas eran menores de 30 años. Finalmente, el balance anual fue de 76 inserciones laborales en empresas de la comarca.

El servicio de empleo de Cruz Roja está formado por una orientadora y un prospector que se encargan que dirigir y preparar a la persona que acude a la institución humanitaria en busca de ayuda para encontrar un trabajo. Davinia Pérez es la técnica de empleo encargada de organizar el itinerario que ha de seguir la persona interesada en encontrar un puesto de trabajo, con acciones como un taller de autoconocimiento, la elaboración de un currículum y la preparación de una entrevista de trabajo.

Como explica la responsable de este departamento de Cruz Roja, «una vez realizados estos pasos se le incluye en la bolsa de trabajo y puede acceder a la formación y optar a una oferta de empleo». Esa bolsa de trabajo está formada actualmente por casi 400 personas, y para buscarles esa salida laboral se está en permanente contacto con empresas. Durante el pasado año, fueron 36 las empresas con las que se colaboró y se desarrollaron 196 acciones de búsqueda de empleo para usuarios de Cruz Roja.

Las empresas que tienen firmados convenios provinciales o nacionales con el servicio de empleo de Cruz Roja y que más colaboran con la asamblea local de Orihuela y de Almoradí son, según relata Davinia Pérez, Brico Depôt, Leroy Merlin, y Alcampo. Como resalta la técnica de empleo, «Alcampo, de Zenia Boulevard, incorporó una veintena de jóvenes a la sección de frescos y está pendiente la incorporación de otros veinte para este verano». También destaca al supermercado Dialprix de Orihuela, «que reclamó una decena de trabajadores para su inauguración». Todo suma, incluso el trabajo en prácticas que desempleñan algunas de las personas de la bolsa de trabajo de Cruz Roja en firmas como Sprinter, Consum y Lidl.

Un servicio poco conocido
El servicio de empleo de Cruz Roja es todavía poco conocido por la sociedad y el empresariado oriolano. De hecho, «muchas personas todavía vinculan el trabajo de esta ONG con una atención a personas en riesgo de exclusión social o a nivel asistencial», como señala Pilar Ibañez, directora técnica de Cruz Roja Orihuela, para quien la institución lleva años mejorando las herramientas para que esas personas mejoren su empleabilidad», de ahí el eslogan ‘ Cruz Roja promueve oportunidades que cambian la vida a las personas que más lo necesitan’.
Las personas interesadas en solicitar este servicio pueden acudir a la sede de Cruz Roja Orihuela, en la calle San Agustín, los martes a partir de las cinco de la tarde.

Vega Baja Acoge ayuda al inmigrante
Casi un millar de inmigrantes acuden cada año a la sede de Vega Baja Acoge en la Plaza de San Francisco de Orihuela, muchos de ellos en busca de orientación y ayuda para buscar un empleo. La coordinadora de la asociación, Inmaculada Sánchez, explica que la red Acoge dispone para ello de un área específica dedicada al tema laboral, con un servicio de mediación laboral y un servicio de itinerarios integrados de inserción laboral.

Durante el pasado 2017, en esta asociación oriolana fueron atendidas con este objetivo un total de 185 personas, de las que 136 fueron mujeres y 49 hombres, procedentes principalmente de países como Marruecos y Bolivia. La inserción laboral se situó en el 34 por ciento, consiguiendo así un empleo 63 personas, 51 de ellas mujeres y 12 hombres. «Sus puestos de trabajo tuvieron como destino, mayormente el servicio doméstico y el sector de la agricultura», como asegura Evelyn Pérez, responsable del área laboral de Vega Baja Acoge.

En Vega Baja Acoge, la forma de actuar con aquellas personas que acuden en busca de ayuda para reinsertarse en el mundo laboral es muy similar a la de Cruz Roja, evaluando su nivel de empleabilidad. Con ello se busca conocer sus carencias para reforzarlas con actuaciones concretas, como, por ejemplo, el conocimiento del idioma. Un aspecto que la responsable del área laboral considera «fundamental» es que la persona conozca sus derechos, «para que accedan en condiciones de igualdad con el resto de la población». Cuando una persona usuaria de Vega Baja Acoge consigue acceder a un puesto de trabajo, también los técnicos de la asociación efectúan un seguimiento que se puede extender hasta los seis meses «para comprobar que las condiciones acordadas se cumplen por ambas partes».

Pero no es tan fácil conseguir la reinserción laboral para una persona inmigrante. Evelyn Pérez lamenta que los hombres tengan como casi única salida laboral el trabajo en el campo, mientras que para la mujer la mayor oferta es para empleada de hogar y a régimen interno. La cualificación de estos trabajadores y trabajadoras es muy distinta dependiendo de su país de procedencia. Mientras que aquellos que proceden de países del Este de Europa llegan a tener una mayor capacidad, incluso con titulaciones, quienes tienen su origen en países árabes sus aptitudes son más bajas porque tan solo ofrecen estudios primarios, como explica Pérez. En estos casos su economía es de subsistencia, con trabajos esporádicos que hacen crónica su situación laboral.

A lo largo de 2017, Vega Baja Acoge prestó prácticamente el mismo número de atenciones que el año anterior, si bien éstas fueron más duraderas y necesitaron la implicación de otras áreas de la asociación, precisamente por la problemática y los límites que presentan muchas de estas personas. Las dos responsables de Vega Baja Acoge coinciden en recordar que, antes de la crisis, «aquí llamaban muy a menudo para reclamar grupos de trabajadores para la construcción y el campo, pero ahora no hay tanta oferta y, además, es necesaria una cualificación, que a estas personas les cuesta conseguir».

ACTIVA ORIHUELA CRUZ ROJA

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