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Alertan de que la economía sumergida alcanza en la comarca a la mitad de los trabajadores de la hostelería

Empleos de más calidad, mejores salarios, mayor igualdad y pensiones dignas son algunas de las reivindicaciones esgrimidas por los sindicatos UGT y CCOO este 1 de mayo para conmemorar el Día del Trabajo con el lema ‘Tiempo de ganar’. Como principales organizaciones sindicales continúan denunciando que la salida de la crisis no se traslada a la mayoría de los trabajadores.

Los secretarios generales de ambos sindicatos en la Vega Baja, Ismael Senent y Carmen Palomar, respectivamente, apuntan la necesidad de abrir un diálogo social «para recuperar las normas fundamentales del estado del bienestar». Entre las principales propuestas de esta reivindicativa jornada destacó el aumento de los salarios, «que, en los últimos años arrastran una pérdida de poder adquisitivo». Por ello demandan un aumento del 3% cifra acorde con el crecimiento de 2017 y las previsiones para este 2018, así como un incremento del salario mínimo hasta los 1.000 euros. También defienden la necesidad de recuperar el empleo digno, puesto que el actual tiene índices de temporalidad del 90% a nivel nacional y autonómico, según indican.

Con respecto a la Vega Baja, tanto Senent como Palomar señalan que el empleo «sube y baja coincidiendo con el inicio y final de periodos concretos como Navidad, Semana Santa y verano, lo que demuestra su alto grado de estacionalidad y el estar centralizada la creación de empleo principalmente en el sector servicios y más concretamente en la hostelería.

Durante el último año, según reflejan los datos del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (SERVEF), entre finales de abril de 2017 y de marzo de 2018, la tasa de desempleo o proporción de parados que hay respecto al total de activos, apenas se ha modificado, y el número de personas desempleadas ha pasado de las 27.664 de hace un año, a las 26.507 de finales de marzo, lo que ha significado que la comarca tenga 1.157 personas en paro menos en los últimos once meses.

Por municipios y con los últimos datos disponibles a 31 de marzo de 2018, este Día de los Trabajadores se ha vivido en la comarca de la Vega Baja con Torrevieja liderando la lista de localidades en cuanto al número de parados, con 7.632; seguida de Orihuela, con 5.041; Almoradí, con 2.016; Callosa de Segura, con 1.589; Pilar de la Horadada, con 1.140; Albatera, con 1.057, y Guardamar del Segura, con 926 personas desempleadas.
Desde los sindicatos UGT y CCOO aseguran que con estas cifras «poco optimista se puede ser», y centran su crítica en la precariedad laboral y en el crecimiento de la economía sumergida.

Como secretario general de UGT en la Vega Baja, Ismael Senent, asegura que las irregularidades en los trabajos que dan lugar a la economía sumergida «es algo difícil de cuantificar porque no hay datos». Aunque la sitúa en nuestra comarca entre el 27 y el 30 por ciento, a nivel provincial y regional, alerta de que puede ser mayor según la principal actividad económica de una población. Si tradicionalmente la agricultura ha acaparado las irregularidades denunciadas por los trabajadores, los sindicatos advierten del significativo crecimiento de la economía sumergida en el sector Servicios, que, según el responsable de UGT, «puede llegar a afectar al 50 por ciento de los trabajadores en ramas como la hostelería», actividad muy presente en algunos municipios de la comarca, especialmente los ubicados en zona de costa.

Para Carmen Palomar, esa precariedad laboral se da también, cada vez más, en la rama de Comercio, «donde se contrata a tiempo parcial y exigen trabajo a tiempo completo». Desde CCOO denuncia el «descaro de empresarios que tienen empleados sin darles de alta incluso de cara al público, cuando antes se hacía a escondidas y con la persiana cerrada; algo que ahora desgraciadamente ha cambiado». Palomar cita como otro caso el sector industrial del calzado de Elche, afirmando que «hay trabajo derivado a la Vega Baja que se realiza en la clandestinidad; algo que denunciamos y que nos preocupa».

Los abusos que sufren en estos casos los trabajadores son muy claros: desde quien trabaja sin contrato a quien lo hace hasta diez o doce horas diarias cuando está contratado a media jornada o incluso por un número de horas menor. Lo alarmante para Ismael Senent es que la economía sumergida «no disminuye, sino que crece. Si no acabamos con esto, llegaremos a ser un país de pobres», sentencia. Por su parte, Carmen Palomar insiste en el compromiso sindical para denunciar esas situaciones, pero también en la necesaria concienciación de empresarios y trabajadores para garantizar las condiciones laborales, y de la administración para velar por ello.

Los dos responsables sindicales en nuestra comarca destacan el potencial de la Vega Baja y aseguran que existen mecanismos para incentivar la salida de la crisis «de otra manera». En este sentido apelan a un «necesario» cambio en las políticas que el Gobierno ha venido aplicando «para recuperar los derechos que ha perdido la clase trabajadora».

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