La localidad de Rafal ya tiene su portador de La Graná 2016. Se trata de Alberto Arques Griñán, nacido en la villa hace 45 años, albañil de profesión, pero que actualmente trabaja en un taller-desguace de la comarca.
La persona encargada de portar La Graná es el resultado del azar puesto que la persona elegida fruto de un sorteo celebrado entre todos los empadronados en la localidad. Un curioso sorteo que se remonta a los años 90, si bien desde el 2012 ya es oficial la figura del Portador que poco a poco ha ido cogiendo importancia en las celebraciones rafaleñas de Semana Santa.
La Graná o Procesión del Encuentro es el acto más emblemático de la Semana Santa rafaleña, se celebra el Domingo de Resurrección. Desde hace más de medio siglo, para ese acto se construyó un arco del que pende una granada de cartón piedra rellena de aleluyas (papelillos de colores) y pétalos de flores. En el momento justo del encuentro de la imagen de Jesús con la Virgen del Rosario el fruto se abre; tras unos segundos de silencio, que coincide justo cuando la Virgen se coloca justo debajo del arco; ese es el momento en el que una persona del pueblo, elegida al azar por un sorteo, tiene el honor de abrir La Graná. Es entonces cuando se produce una explosión de gritos, alegrías y de vivas junto con aleluyas de vecinos y visitantes.
Alberto Arques tendrá este año el honor de abrir La Graná para júbilo de los rafaleños en un acto que ya se ha convertido en un símbolo de hermandad entre los vecinos del pueblo así como en unos de sus signos identitarios más característicos de las celebraciones marianas.
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